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El Gobierno de Filipinas deroga la ley que prohibía la construcción de minas a cielo abierto

Mina de oro y cobre de Didipio (Filipinas)

Hace cuatro años, Filipinas aprobó una ley que prohibía la construcción de minas a cielo abierto para extraer oro, plata, cobre y otros minerales. La medida fue bien acogida por las comunidades locales y las organizaciones de defensa del medio ambiente, pero ha perjudicado a la industria minera. Ahora, el Gobierno quiere revitalizar el sector permitiendo de nuevo este tipo de minas, con los debidos controles.

El pasado día 28 de diciembre, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Filipinas, Roy Cimatu, firmó la orden administrativa que acababa con la prohibición de establecer minas a cielo abierto en el territorio nacional.

El Gobierno filipino impuso esta prohibición en 2017, cuando el ministerio responsable de supervisar la industria minera estaba encabezado por Regina López, una activista medioambiental que culpaba a la industria de provocar importantes daños.

Durante estos años se ha demostrado que las políticas restrictivas han perjudicado el crecimiento de la industria, por lo que el Gobierno quiere revertir la situación y promover la construcción de nuevos proyectos mineros que atraigan inversiones extranjeras y contribuyan a sanear la economía filipina, severamente afectada por la pandemia.

Según los cálculos del Gobierno, los ingresos que puede obtener Filipinas de la exportación de minerales extraídos en su territorio podrían aumentar en más de 2.000 millones de dólares en los próximos cinco o seis años, gracias al establecimiento de nuevos proyectos mineros.

Además de su gran producción de níquel, que abastece a China, Filipinas cuenta con importantes yacimientos de oro, plata y cobre.

Más de un tercio del territorio nacional de Filipinas cuenta con importantes reservas minerales, aunque solo se ha extraído hasta ahora menos de un 5%.

Desde la Cámara de Minas de Filipinas han acogido con satisfacción la derogación de la prohibición de las minas a cielo abierto y creen que esta medida permitirá a la industria minera aumentar su contribución a la recuperación de la economía del país.

La patronal minera subraya que miles de minas de todo el mundo han adoptado el método de extracción a cielo abierto, en países productores como Australia, Canadá o los Estados Unidos.

Según la cámara, existen razones económicas, de seguridad y medioambientales para utilizar este método, en lugares donde no se puede o es muy complicado construir una explotación subterránea.

Las minas a cielo abierto pueden operar de forma segura, según los estándares globalmente aceptados y, una vez finalizada su vida útil, el territorio que ocupaban puede rehabilitarse de forma que se convierta en tierra productiva.

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