El presidente del Gobierno de Tanzania, John Magufuli, está presionando al banco central del país para que adquiera la producción de oro del país, con el doble objetivo de combatir el contrabando de metal hacia otros países y construir unas reservas que ayuden a estabilizar la divisa local.
La presentación, el pasado 8 de enero, del tercer ministro de Minería desde 2015, año en que el actual presidente John Magufuli accedió al poder, sirvió para que el mandatario tanzano dejase clara su postura respecto a la producción de oro en su país: “el Banco de Tanzania debería invertir en la compra de oro para sus reservas en vez de comprar solo dólares. Las reservas tienen que basarse en oro y dólares”.
El hecho de que en apenas tres años de Gobierno de Magufuli hayan desfilado tres ministros de Minería deja muy claro el intervencionismo del Ejecutivo en un sector que representa casi el 5% del Producto Interior Bruto del país, según los datos de 2018.
Sin embargo, esta política no parece haber dado frutos hasta el momento, ya que el valor de las explotaciones mineras de Tanzania se ha desplomado e incluso las grandes compañías que están presentes en el país (Barrick Gold, por medio de su filial Acacia) están reconsiderando seriamente su presencia allí, ante las dificultades que plantea el Gobierno de Magufuli.
Desde este periódico ya hemos informado sobre el conflicto que mantiene la primera minera de oro mundial, Barrick Gold, con el Gobierno tanzano por la actividad de su filial Acacia Mining, a la que aquél impuso una multa desorbitada (190.000 millones de dólares) por un supuesto delito de evasión fiscal.
Desde los medios locales se especula con que la advertencia lanzada por el presidente Magufuli al gobernador del Banco de Tanzania puede significar una orden para que éste adquiera la producción completa de oro del país.
Según el informe Gold Focus 2018, de la consultora Metals Focus, Tanzania produjo en 2017 un total de 49 toneladas de oro, un 10,8% menos que las 55 toneladas de 2016. Una producción que le permitió ocupar el puesto 17 entre los mayores productores mundiales de este metal.
Pese a ello, son varios los países del continente africano que superan la cifra de Tanzania: Sudáfrica fue el séptimo mayor productor de oro mundial y primero africano en 2017, con 157 toneladas; en el puesto 8 se situó Ghana, con 130 toneladas; y en el 16, Mali, con 51 toneladas.
Además del incremento de las reservas de oro para apoyar a la divisa nacional, el chelín tanzano, la orden del presidente del Gobierno al banco central y al Ministerio de Economía puede significar también un intento de situar al mercado artesanal del oro bajo control gubernamental.
Con este objetivo, el nuevo ministro de Minería, Dotto Biteko, tiene encomendada la misión de establecer centros gubernamentales en las regiones mineras más ricas del país para controlar las explotaciones artesanales y verificar que se ajustan a las nuevas leyes reguladoras del sector que se aprobaron en 2017.
Estos centros servirán para combatir el contrabando de oro. De momento, hace dos semanas la policía detuvo a dos sospechosos que trasladaban minerales por valor de 30.000 millones de chelines tanzanos (13 millones de dólares) en la región de Mwanza, al norte del país.