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El Gobierno de Venezuela “saquea” el Banco Central y retira ocho toneladas de oro

Caja fuerte con monedas de oro y mapa de Venezuela

Sigue la polémica en torno a las reservas de oro del Banco Central de Venezuela. Según han denunciado diputados de la oposición, el Gobierno de Maduro retiró de forma irregular ocho toneladas de oro que se encontraban en las cámaras acorazadas del BCV, con el apoyo de funcionarios y vehículos oficiales.

Según ha denunciado el diputado opositor Ángel Alvarado, diversos vehículos oficiales del Gobierno de Nicolás Maduro estuvieron trasladando lingotes de oro desde las cámaras acorazadas del Banco Central de Venezuela hacia un destino desconocido.

Las operaciones se llevaron a cabo durante tres días, durante los cuales no estaba el habitual personal de custodia de la entidad. El propio presidente del BCV, Calixto Ortega, tampoco se encontraba presente, ya que se encontraba de viaje.

Según Alvarado, “han estado sacando oro en cuatro camionetas por las puertas 3 y 4 del banco, usando un acta con fecha del año pasado para despistar”. El diputado opositor al Gobierno de Nicolás Maduro asegura que “pretenden venderlo de contrabando fuera del país”.

La agencia Reuters, que se hizo eco de la denuncia de Ángel Alvarado, trató de recabar las opiniones del propio BCV y del Ministerio de Comunicaciones venezolano, sin obtener respuesta alguna.

Desde la oposición al Gobierno de Maduro existe el temor de que el presidente venezolano liquide parte o la totalidad de las reservas de oro del país, uno de los escasos recursos económicos que le quedan y que ya han sido utilizadas como garantía para gestionar préstamos con bancos internacionales como Deutsche Bank o Citibank.

De ahí que el Banco de Inglaterra haya congelado la devolución de las reservas de oro venezolanas que se encuentran en sus cámaras acorazadas, ante la presión ejercida por parte de Estados Unidos, que teme que el Gobierno de Maduro pueda hacer uso de ese oro en su propio beneficio.

En el trasfondo de todo ello está el reconocimiento, por parte de la Casa Blanca y diversos países, de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, en sustitución de un Nicolás Maduro que se ha mantenido en el poder por medio de unas elecciones manipuladas a las que no pudieron presentarse los líderes de la oposición.

La estrategia de Estados Unidos y sus aliados consiste en aislar económicamente el régimen de Maduro, evitando que pueda negociar con sus reservas de oro en el mercado internacional, lo que ha obligado al régimen chavista a buscar apoyo en alguno de sus tradicionales aliados, como Turquía.

De momento, estas presiones han logrado detener las operaciones de venta de oro venezolano a Abu Dabi: el pasado mes de enero, la firma Noor Capital de este país, había adquirido tres toneladas de oro al Gobierno de Venezuela y ya ha manifestado que suspende las nuevas operaciones de compra hasta que se estabilice la situación.

El Banco Central de Venezuela tenía previsto vender al menos otras 15 toneladas de oro de sus reservas a los Emiratos Árabes Unidos, para obtener efectivo con el que financiar sus importaciones de alimentos y medicamentos.

El recurso a la venta del oro es casi la única salida que le queda al Gobierno venezolano para aliviar la situación económica que sufre el país, después de que las sanciones internacionales impuestas por la administración Trump hayan cortado todas las fuentes de financiación, incluyendo el petróleo.

Según los datos publicados por el Banco Central de Venezuela, las reservas del país se redujeron en 20 toneladas en 2018. La cifra a cierre del año, aproximadamente 140 toneladas, supone el volumen más bajo de los últimos 75 años y da la razón a quienes acusan al régimen de Maduro de estar liquidando las reservas del país.

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