Vietnam es uno de los principales mercados del oro de Asia oriental, con una demanda anual de alrededor de 59 toneladas. Sin embargo, el Gobierno mantiene severas restricciones al desarrollo de esta industria. Restricciones podrían eliminarse con la aprobación de una nueva legislación hacia finales del presente año.
Vietnam es el cuarto mayor mercado del oro del este de Asia, con una demanda anual por parte de los consumidores que se estima en unas 59 toneladas. El problema es que el Gobierno del país mantiene vigentes una serie de restricciones que impiden el desarrollo de la industria del oro vietnamita.
Como explican en el último informe Precious Metals Weekly, de la consultora británica Metals Focus, el Gobierno impide la importación de oro físico para consumo doméstico, por lo que la demanda local tiene que satisfacerse con oro procedente del reciclaje o, en el peor de los casos, del contrabando y el mercado negro.
Una cuestión que podría modificarse si, como aseguran desde Metals Focus, el Gobierno vietnamita se decide a liberalizar el mercado, una reivindicación que varios operadores del mercado llevan tiempo haciendo.
Al parecer, el Gobierno cuenta con un borrador de decreto que podría entrar en vigor a finales de este año, tras su aprobación por parte del primer ministro, y que supondría el levantamiento de las restricciones, en tres fases.
“En nuestra opinión, pasarán entre tres y cinco años hasta que se implementen todas las medidas, ya que el Gobierno quiere ver cómo se recibe cada fase antes de iniciar la siguiente”, aseguran los analistas de Metals Focus en el informe recientemente publicado.
El primer paso sería permitir la compraventa de joyería de oro, sin necesidad de solicitar un permiso al Banco Estatal de Vietnam. Las restricciones sobre la venta de lingotes de oro continuarían vigentes en esta primera fase.
Esta primera liberalización permitiría que los fabricantes de joyas importasen oro, aunque solo para satisfacer la demanda doméstica. Para ello, seguirían teniendo que solicitar el permiso pertinente al banco central del país.
Esta autorización solo se concedería a los comerciantes que llevasen al menos dos años operando en el mercado y que hubieran realizado pagos en concepto de impuestos por valor de más de 200 millones de dong (unos 8.600 dólares). La cuota de importación que les sería autorizada dependería de su cifra de ventas del año anterior.
Según los expertos consultados por Metals Focus, se estima que los comerciantes importarían alrededor de 10-15 toneladas de oro, que estarían gravadas con un impuesto a la importación del 1%.
En una segunda fase, el Gobierno de Vietnam autorizaría a las compañías privadas a acuñar y fabricar monedas y lingotes de oro con su propia marca. De momento, tan solo la Saigon Jewelry Company está autorizada a distribuir productos de oro de inversión.
Adicionalmente, el Gobierno permitiría a los comerciantes adquirir oro refinado en el mercado doméstico y exportarlo en forme de lingotes de un kilo y tamaños inferiores.
La tercera y última fase implicaría que el Gobierno autorizaría la creación de productos financieros basados en el metal, como los préstamos en oro y los bonos soberanos en oro.