El ministro de Finanzas de Filipinas anunció el miércoles, 22 de noviembre que el Gobierno del país planea reducir la tasa impositiva sobre las ventas de oro a pequeña escala por parte de los mineros tradicionales, para evitar el contrabando de este metal hacia el exterior.
Por ley, toda la producción de oro de la pequeña minería de Filipinas debe ser vendida al banco central del país, a precios similares a los del mercado. Sin embargo, el alto tipo impositivo desincentiva las ventas por la vía oficial, lo que supone una pérdida de ingresos para el Gobierno.
La rebaja de las retenciones fiscales del actual 5% al 1% debería incentivar a los mineros tradicionales a vender su producción de oro al Banco Central de Filipinas, en vez de darle salida a través del mercado negro, según señaló el ministro de Finanzas, Carlos Domínguez.
Lo que de momento va a permanecer sin cambios es el impuesto especial del 2% sobre las ventas de oro.
Las compras de oro por parte del Banco Central a los mineros a pequeña escala se redujeron un 50%, hasta los 48 kilos, durante el primer semestre del año, en relación con la cifra del mismo periodo de 2016, según los datos de la Oficina de Minería y Geociencias.
La producción de oro entre enero y junio de 2017 cayó un 5%, hasta las 11,6 toneladas, respecto a la obtenida un año antes. La mayor parte de esta producción corresponde a las minas de mayor tamaño.
Las reservas de oro en manos del Banco Central, a cierre del pasado mes de octubre, ascendían a 196,4 toneladas de oro, valoradas en algo más de 8.000 millones de dólares. El país ocupa el puesto 21 entre los países con mayores reservas de oro, según el listado que publica mensualmente el Consejo Mundial del Oro.