El Gobierno indio ha endurecido la normativa a la que están sujetas las empresas importadoras de oro, para evitar que el oro que importan se venda sin procesar en el mercado doméstico, a un precio más competitivo.
El pasado miércoles, 18 de octubre, el Gobierno de Narendra Modi publicó una circular en la que se informaba de que las empresas dedicadas a la importación de oro solo pueden exportar este oro y no venderlo en el mercado doméstico, como se ha detectado que estaban haciendo, aprovechando la ventaja competitiva que suponía el hecho de no tener que pagar el impuesto de aduanas.
Según esta circular, a dichas empresas solo se les permite importar el oro con el objetivo de manufacturarlo y exportarlo nuevamente, impidiendo su venta en el mercado doméstico.
Algunas de estas empresas, que aglutinan cerca de la cuarta parte del total de oro importado por la India, se han estado aprovechando de los acuerdos de libre comercio que el país mantiene con otros países vecinos y han estado importando oro sin tener que pagar impuestos de aduanas. Una nueva picaresca relacionada con la industria del oro a la que ha tenido que hacer frente el Gobierno indio.
Esta práctica irregular permitía poner oro en el mercado a un precio mucho más competitivo, dado que el margen del vendedor era mucho mayor al no tener que descontar el impuesto de aduanas. Su fin va a beneficiar a la banca, a la que estas empresas estaban restando cuota de negocio en la venta de oro.
Hay que recordar que la India es el segundo mayor importador de oro del mundo, con una media mensual de 75 toneladas en 2017, que se han reducido a 45 en el mes de septiembre.
Por cierto, que la demanda de oro se ha incrementado esta semana, debido a la celebración de la festividad de Diwali (que conmemora la victoria de la luz sobre la oscuridad e inaugura la temporada de bodas en la India), en la que los consumidores suelen incrementar la compra de piezas de oro. Sin embargo, los analistas creen que los altos precios del oro han desanimado a muchos compradores.
De hecho, a pesar del incremento en la actividad comercial, la demanda está aún por debajo de la que se registró el año pasado. Según señalaron a Reuters desde la Federación de Comerciantes de Gemas y Joyería, en algunas regiones la demanda ha sido un 30% menor de lo normal, aunque en otras se han alcanzado las cifras del año pasado. De media, la caída de la demanda ha sido de un 15%, principalmente porque los altos precios han retraído a muchos consumidores.