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El iridio casi ha triplicado su precio en tres meses y alcanza su máximo histórico

Una onza troy de iridio

La escasez de suministro y el aumento de la demanda de iridio, debido a la implementación de la tecnología 5G, ha disparado el precio de este metal del grupo del platino, que se ha multiplicado casi por tres desde el pasado mes de diciembre y ha alcanzado su precio máximo histórico.

Corren buenos tiempos para los metales del grupo del platino. El paladio ha sido el metal precioso más valorado en los últimos años, en los que ha superado en varias ocasiones su precio máximo histórico. El platino se está recuperando, al calor de las nuevas necesidades del sector del automóvil y de otras aplicaciones industriales.

A ellos se suma ahora el iridio, que ha protagonizado una escalada histórica, creciendo más de un 272%, desde los 1.760 dólares la onza en que estaba valorado el 18 del pasado mes de diciembre, hasta los 4.800 dólares que es su cotización del 2 de marzo y su máximo histórico.

Es la primera vez que el metal alcanza semejante nivel de precios, cerca ya de superar la barrera de los 5.000 dólares la onza, gracias a la escasez de suministro, la fuerte demanda y la progresiva implementación de la tecnología 5G.

Según S&P Global Platts, el precio del iridio subió a 4.200-4.800 dólares la onza en el periodo 19-25 de febrero, desde los 4.000-4.750 dólares de la semana anterior.

El iridio es un elemento básico para diversas industrias. Se utiliza en la fabricación de crisoles resistentes a las altas temperaturas, utilizados para fabricar cristales sintéticos para los sistemas electrónicos y de comunicaciones. También es un elemento importante para fabricar bujías de alto rendimiento, dispositivos médicos y electrodos para sistemas de detección de paso.

Precisamente uno de los principales factores que han determinado esta importante subida del precio del iridio ha sido la fabricación de crisoles para elaborar cristales de tantalato de litio, necesarios para el despliegue de la tecnología 5G.

También ha contribuido a ello la caída del suministro de iridio, debido a la interrupción de la producción en las minas de Sudáfrica por la pandemia. Los productores creían que tenían suficiente con los stocks acumulados de iridio, pero este aumento de la demanda les ha cogido desprevenidos, hasta tal punto que alguno de ellos ha tenido que salir al mercado a comprar iridio para poder cumplir sus compromisos.

Tanto el iridio como el rodio y el rutenio se extraen como subproductos en la minería de metales del grupo del platino, y solo los producen un escaso número de compañías mineras.

La mayor concentración de estos tres metales (que se conocen como los ‘otros metales preciosos’, OPM por sus siglas en inglés) se da en Sudáfrica, donde se produce el 81% del iridio mundial, el 81% del rodio y el 90% del rutenio.

Además de esta producción, el reciclaje aporta también una parte del suministro: unas 30 toneladas anuales de rodio, 7-8 de iridio y 35-40 de rutenio.

Inversión en iridio

No solo la tecnología 5G está despertando el interés de los inversores por el iridio. El mercado de este metal va a desempeñar un importante papel también en la llamada ‘economía del hidrógeno’.

Tanto el iridio como el rutenio se usan en la producción de hidrógeno de forma sostenible, por medio de la electrolisis del agua, al contrario que otros sistemas de producción más contaminantes, que requieren metano y generan CO2 como residuo.

El potencial que va a generar en cuanto a inversiones esta producción sostenible de hidrógeno va a ser enorme en los próximos cinco a diez años, ya que ayudará a muchos países a cumplir sus objetivos de emisiones de CO2.

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