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El iridio es el metal precioso que más se ha revalorizado en lo que llevamos de 2021

Una onza de iridio

El precio del iridio ha subido más de un 300% en los últimos 12 meses, desde octubre de 2020, convirtiéndose en el metal precioso que más ha subido de precio. Durante este tiempo, el rutenio ha ganado un 200%, mientras que platino y rodio se han mantenido en el mismo nivel y el paladio ha bajado un 20% respecto a octubre del año pasado.

Según el último informe Precious Metals Appraisal de la refinería alemana Heraeus, el precio del iridio ha retrocedido ligeramente desde que alcanzara su máximo el pasado mes de mayo. Sin embargo, su menor volatilidad en comparación con la de otros metales permite esperar que su precio siga siendo elevado durante bastante tiempo, incluso cuando vuelva a la normalidad el suministro de producto refinado desde Sudáfrica.

Como señalan desde Heraeus, históricamente los factores que más han influido en el precio del iridio están relacionados con la demanda, especialmente por parte del sector eléctrico.

A partir de 2011, el aumento de la demanda de iridio para fabricar crisoles para abastecer el crecimiento de la industria de pantallas LED impulsó el precio del metal hasta los 1.200 dólares la onza, su récord hasta entonces.

En 2016 y 2017, los responsables de la nueva subida del iridio fueron los filtros de onda superficial (SAW, por sus siglas en inglés), que convierten la energía que se propaga por la superficie de un cristal en energía eléctrica y que se utilizan en sistemas de telecomunicaciones, especialmente las comunicaciones móviles y por satélite.

Ahora, sin embargo, por primera vez es un hecho relacionado con el suministro, en vez de con la demanda, el que ha influido en la nueva apreciación del metal. Este hecho ha sido la interrupción de la producción de iridio refinado desde Sudáfrica, que ha tenido un impacto muy significativo en el mercado de este metal, muy pequeño en comparación con el de otros.

En concreto, el mercado global del iridio tiene un tamaño de apenas 250.000 onzas (7,7 Tm), en comparación con los 6,8 millones de onzas (211,5 Tm) del platino o el millón de onzas (31,1 Tm) del rutenio. Ello implica que cualquier pequeño cambio tanto en el suministro como en la demanda se vea amplificado.

De cara a los próximos años, la rápida expansión de la llamada economía del hidrógeno impulsará la demanda de iridio durante los próximos años, especialmente por el crecimiento de la producción de hidrógeno ‘verde’ a partir del agua, mediante la electrólisis de membrana de electrolito de polímero (PEM, por sus siglas en inglés).

Se estima que la demanda de iridio para la producción de hidrógeno superará las 20.000 onzas (0,62 Tm) a mediados de la década, desde las menos de 1.000 onzas (31 kg) de 2020, debido al importante aumento de la capacidad electrolítica, especialmente en Europa.

Según el informe de Heraeus, aunque los precios han retrocedido desde el máximo registrado a principios de año, la cesta de precios sigue estando a un alto nivel, en comparación con su media histórica y los productores pueden seguir permitiéndose procesar mineral con menor contenido de metales, en minas que con otros precios no serían económicamente rentables.

A corto plazo, el suministro del mercado del iridio está garantizado, gracias a estos minerales de menor concentración y a los que se hallen en los relaves, por lo que las mineras podrán satisfacer la creciente demanda de todos los sectores, especialmente de la producción de hidrógeno.

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