El London Metal Exchange, el mayor mercado mundial de metales industriales, ha decidido abandonar su intento de entrar en el negocio del oro y la plata después de cinco años, después de que las cifras se hayan desplomado a partir de 2019 con la salida de uno de sus principales socios, el banco francés Société Générale.
Cinco años después de haber iniciado su negocio de oro y plata, el London Metal Exchange (LME), el mayor mercado mundial de metales industriales, ha decidido abandonarlo a partir del próximo 11 de julio, debido a la bajada de los volúmenes de trading de ambos metales preciosos.
Según ha informado la agencia Bloomberg, la Bolsa de Metales de Londres se asoció en 2017 con importantes bancos internacionales como Goldman Sachs y Morgan Stanley para lanzar los contratos de oro y plata, y aprovechar su posición en la capital inglesa, que es uno de los dos mayores centros mundiales de comercio de metales preciosos.
Un negocio que mueve operaciones en derivados de oro y plata valoradas en varios billones de dólares anuales, en su mayoría ‘over the counter’ (es decir, fuera del circuito bursátil) y dominado por bancos como JPMorgan Chase & Co y HSBC Holdings.
El objetivo del proyecto era hacerse con una parte importante del negocio, al estilo de lo que hace el Comex en Nueva York, y fomentar la transparencia en la formación del precio de los metales.
La iniciativa comenzó con cierto éxito, aunque los volúmenes de negocio se desplomaron a partir del año 2019, cuando uno de los socios originales del LME, el banco francés Société Générale, cerrar la mayor parte de sus divisiones de trading de commodities.
Como indica Bloomberg, la decisión apenas ha sorprendido al mercado, ya que apenas se han negociado contratos desde 2020, y constituye un “doloroso recordatorio” de otros problemas a los que también se enfrenta el mercado de metales londinense.
Se espera que el servicio de metales preciosos se cierre el próximo 11 de julio, según ha informado el propio mercado a sus miembros. Una decisión tomada “después de discutirla con diversos participantes en el mercado y a la luz de los bajos niveles de actividad de trading registrados en el mercado de metales preciosos”.
En su mejor momento, el mercado negociaba alrededor de tres millones de onzas de oro (93,3 Tm) semanales, por medio de los principales contratos. Una cifra muy pequeña en comparación con los 10 millones de onzas (311 Tm) diarios que se negocian en el mercado ‘over the counter’, según los datos de la London Bullion Market Association (LBMA).
En cuanto a las consecuencias que va a tener este cierre para los mercados del oro y la plata, desde Capital.com señalan que es probable que a partir del 11 de julio sea más difícil negocian con estos metales en Londres, lo que provocaría una escasez de los mismos a corto plazo, hasta que otros mercados ocupen el vacío que deja el LME. Ello desencadenaría una subida en los precios del oro y la plata, mientras los inversores barajan las distintas opciones.
Sin embargo, a medio y largo plazo, el vacío dejado por el negocio de trading de oro y plata del LME será ocupado por otros mercados como el Shanghai Metal Exchange y el Chicago Mercantile Exchange, otros importantes centros mundiales de distribución de metales preciosos, desplazando el centro de este negocio desde la capital inglesa.