El mercado del platino va camino de registrar un nuevo superávit de suministro en este año 2018, después de haber registrado un exceso de 110.000 onzas (3,1 toneladas) en 2017. En cambio, el mercado del paladio experimentará un nuevo déficit.
Según los datos de Johnson Matthey, la compañía especializada en metales del grupo del platino, la demanda de este metal cayó alrededor de un 7% en 2017, en especial en el apartado de inversión en Japón y en la joyería de China, además de ralentizarse el consumo por parte de la industria del automóvil, una gran consumidora de platino en la fabricación de catalizadores.
En concreto, las previsiones de caída del consumo por parte del sector de la joyería en China apuntan a una caída por quinto año consecutivo en 2018, mientras que la demanda de los fabricantes de catalizadores va a seguir cayendo. En cambio, el crecimiento de la demanda industrial conducirá a un ligero incremento de la demanda global.
Según el informe de Johnson Matthey, “esperamos que el consumo global de platino se eleve ligeramente, aunque este crecimiento se va a ver compensado por un modesto crecimiento de los suministros primarios y secundarios, debido al aumento de la cantidad recuperada por el reciclaje de catalizadores. Asumiendo que la demanda de inversión en 2018 sea similar a la del año pasado, es probable que el mercado registre un modesto superávit”.
Por su parte, se espera que el mercado del paladio permanezca en situación de déficit. Todo apunta a que la demanda de la industria de automoción, que creció un 6% el año pasado, hasta los 8.424 millones de onzas (239 toneladas), registre un nuevo récord en 2018, provocado por un incremento de la producción de vehículos de gasolina.
Para este año se espera que el suministro de paladio, que disminuyó un 2% el año pasado, crezca ligeramente, aunque el mercado va a permanecer en situación de déficit tras registrar una diferencia negativa de 629.000 onzas (17,83 toneladas).
Como apuntan desde Johnson Matthey en el informe, “es casi seguro que el mercado permanezca en una situación de déficit, aunque la magnitud de éste vendrá determinada principalmente por el sector de la inversión, en el que la demanda ha sido negativa durante los últimos tres años”.
El paladio fue el metal precioso que mayor revalorización registró el año pasado: un 56%, que supuso su mayor subida anual desde 2010. El metal siguió subiendo en enero hasta alcanzar un precio récord de 1.138 dólares la onza, aunque desde entonces ha sufrido un retroceso.
En cambio, el precio del platino creció un 3% debido al impacto que tuvo la reducción de cuota de mercado de los motores diésel. Eso permitió que el paladio superara en precio al platino por vez primera desde 2001, con una diferencia entre ambos que alcanzó máximos de 150 dólares la onza.