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El oro acabará desplazando al dólar como divisa internacional de reserva

Lingotes de oro y dólares

El año 2018 ha sido especialmente activo para el sector oficial: los bancos centrales han comprado más oro este año que en los últimos 50. Detrás de esta tendencia se esconde la intención de ir reduciendo su exposición al dólar, que poco a poco perderá su estatus de divisa internacional.

Según el último informe de Bank of America Merrill Lynch, aunque no se espera que el dólar deje de ser la divisa de referencia mundial a corto plazo, lo cierto es que su influencia está decayendo, lo que está beneficiando al oro.

“Aunque el dólar todavía se utiliza en el 39,9% de los pagos internacionales, según datos de SWIFT [Sociedad para las Comunicaciones Financieras Interbancarias Internacionales], su cuota de mercado ha disminuido, ya que la economía global ya no gira en torno a los Estados Unidos y su divisa. La desdolarización es un importante factor que influye en las compras de oro por parte de los bancos centrales”, apunta el informe del banco estadounidense.

Una tendencia, la de la desdolarización, que no solo siguen Rusia y China, sino que está calando también en Europa, que se ha sumado también al carro de la diversificación: “de acuerdo con las nuevas realidades económicas y con la creciente importancia de China, el Banco Central Europeo ha cambiado recientemente alrededor de 500 millones de dólares de sus reservas en valores denominados en yuanes”, señalan los analistas de Bank of America.

Paralelamente a esta pérdida de relevancia internacional del dólar, el oro está cobrando cada vez más importancia por su papel como activo de reserva. Según un reciente sondeo realizado por el Consejo Mundial del Oro, la quinta parte de los bancos centrales del mundo están dispuestos a incrementar sus reservas de oro este año, mientras que dos tercios valoran el metal como un activo refugio.

El sondeo revela también que el 59% de los bancos centrales reconocen que el oro desempeña un papel relevante como elemento de diversificación de la cartera de inversión.

Con estos datos a la vista, desde Bank of America-Merrill Lynch creen que la tendencia a la desdolarización podría conducir a un incremento de la exposición al oro en las carteras de inversión.

Los bancos centrales se han situado en el centro de atención de la industria del oro en 2018, después de haber adquirido un total de 651,5 toneladas de metal a lo largo del año, el incremento más significativo en cerca de medio siglo, aunque bien es cierto que el sector oficial ha sido un comprador neto de oro desde hace nueve años.

Pese a este cambio paulatino desde el dólar al oro, los analistas advierten que no se trata de un proceso que se vaya a culminar a corto o medio plazo: “creemos que la actual tendencia a la desdolarización no es extraña y podría propiciar un mayor equilibrio en las reservas globales. Teniendo esto en cuenta y considerando las diversas ventajas de los mercados financieros de Estados Unidos, los bancos centrales van a necesitar activos alternativos en los que invertir, así que el proceso va a evolucionar con mucha lentitud, concluye el informe.

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