Los precios del oro y la plata han registrado esta semana sus máximos de los últimos dos meses, ante el alejamiento de los inversores de los activos de mayor riesgo, en un entorno económico marcado por la inflación y el riesgo geopolítico derivado de la crisis Rusia-Ucrania. En este entorno, cada vez más inversores tienen dudas sobre la capacidad de la Reserva Federal para controlar la inflación.
Curiosamente, la subida de precio del oro hasta su máximo en los últimos dos meses ha coincidido con la subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, que en estos momentos están en el 1,83%, tras haber alcanzado el pasado miércoles, 19 de enero, el 1,87%, 50 puntos básicos más que el mes pasado.
Como señala Ole Hansen, analista de Saxo Bank, en Kitco News, parece que el mercado del oro está comenzando a reaccionar de forma positiva a la acumulación de noticias negativas en el ámbito económico, como la subida de la inflación, que también está impulsando a los rendimientos nominales y reales de los bonos.
Precisamente esta subida de la inflación está llevando a muchos analistas a considerar que se necesitaría una política monetaria mucho más agresiva por parte de la Reserva Federal para hacerle frente, aunque no creen que ésta pueda hacer mucho más al respecto.
“El problema, a la hora de combatir la inflación en una economía cuyo crecimiento se ralentiza, es que existe un riesgo cada vez mayor de cometer errores en política monetaria. Probablemente ésa sea la razón de que el oro esté comportándose razonablemente bien”, opina Hansen.
El analista sigue siendo optimista respecto al oro, cuya subida se está reflejando también en otros metales preciosos, especialmente en la plata. El precio de ésta subió otro 1,5% el jueves, 20 de enero, tras haber crecido un 3% en la sesión anterior. Su precio spot está ahora mismo en los 24,40 dólares la onza, mientras que el fixing de la London Bullion Market Association (LBMA) quedó establecido en 24,225 dólares la onza tras el último cierre.
Pese a que los rendimientos de los bonos del tesoro han estado creciendo en las últimas jornadas, los analistas creen que van a seguir en territorio negativo debido a la presión de la inflación. Tanto el aumento del precio del petróleo, que está en máximos de siete años, como el crecimiento de los salarios van a seguir apoyando la subida de la inflación durante este año 2022.
Cada vez más analistas e inversores dudan sobre la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense. Michael Widmer, analista de metales preciosos de Bank of America, señalaba a Kitco News que es poco probable que la Fed sea capaz de controlar la inflación, lo que significa que la política monetaria va a seguir estando por detrás de la curva de inflación: “a menos que corran el riesgo de estrangular la economía, va a ser complicado que la Reserva Federal suba los tipos de interés de forma agresiva”.
En estos momentos, los mercados apuestan por cuatro subidas de los tipos de interés en 2022, comenzando por un aumento de 50 puntos básicos ya en el mes de marzo. Al mismo tiempo, la Reserva Federal está planeando cerrar su programa de compra de bonos en el mismo mes de marzo y podría comenzar a reducir su balance antes de finales de año.
Desde Bank of America ven muy poco probable que la Fed vaya a ser demasiado agresiva en cuanto a su política monetaria y que las subidas de tipos van a tener un escaso impacto en la inflación, que sigue estando impulsada en parte por los problemas en la cadena de suministros global.
Por su parte, Daniel Briesemann, analista de metales preciosos de Commerzbank, señaló que el oro está atrayendo de nuevo el interés de los inversores, incluso a pesar de la subida de los rendimientos de los bonos del tesoro. Solo el pasado miércoles, 19 de enero, los ETF de oro registraron un aumento de nueve toneladas en la demanda por parte de los inversores, el mayor aumento en un solo día desde mediados del pasado mes de noviembre.