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El oro, fuente de riqueza y elemento diversificador de carteras de inversión

El oro es un activo altamente líquido, aunque escaso, y no tiene contraparte. Se compra tanto como inversión como por su carácter de artículo de lujo. Como inversión tiene un importante papel como fuente de rendimientos a largo plazo; elemento diversificador de la cartera, que mitiga las pérdidas en momentos de incertidumbre en el mercado; activo líquido sin riesgo crediticio que ha superado a las divisas fiat; y, en general, un medio para mejorar el rendimiento de cualquier cartera de inversión.

Según el informe “La relevancia del oro como activo estratégico”, publicado el pasado 23 de enero por el Consejo Mundial del Oro, la demanda global de oro de inversión ha crecido un 18% de media desde el año 2001.

Parte de culpa de estas cifras la tiene la aparición de nuevas fórmulas de acceso al mercado, como los ETF, pero también el crecimiento de las clases medias en los países asiáticos y un renovado interés en la gestión de riesgos tras la crisis financiera en Estados Unidos y Europa.

Muchos inversores se sienten atraídos por el oro como elemento diversificador de la cartera de inversión, debido a su baja correlación con la mayoría de activos y como protección frente a riesgos sistémicos y caídas de los mercados. También se utiliza como depósito de riqueza y para protegerse de la inflación y del riesgo de tipo de cambio.

Fuente de riqueza

El oro no solo resulta útil en periodos de incertidumbre: su precio ha crecido una media del 10% desde 1971, cuando comenzó a comerciarse libremente tras el colapso de los Acuerdos de Bretton Woods.

Su rendimiento a largo plazo es comparable al de los mercados de capitales y superior a los bonos y las commodities, y se debe a que cotiza en un mercado muy amplio y líquido, aunque se trate de un bien muy escaso.

La producción minera ha crecido una media del 1,6% anual durante los últimos 20 años. Un tiempo en que los consumidores, inversores y bancos centrales han hecho crecer la demanda.

Por el lado del consumo, la cuota combinada de demanda por parte de China y la India creció desde un 25% a principios de la década de los 90 del pasado siglo, hasta más del 50% en los últimos años. Un crecimiento que viene dado por la expansión de la riqueza y que tiene un efecto positivo en sectores como la joyería, la tecnología y la demanda de lingotes y monedas.

Durante el pasado siglo, el oro ha batido a las principales divisas como medio de cambio, debido sobre todo a que el suministro disponible de oro ha cambiado muy poco (creciendo menos de un 2% anual durante los últimos 20 años), mientras que el dinero fiat se puede imprimir en cantidades ilimitadas para apoyar las políticas monetarias.

Elemento diversificador

En su papel de diversificador de carteras de inversión, el oro tiene a incrementar la demanda y el interés de los inversores en periodos de aumento del riesgo. En tiempos de crisis sistémica, cuando los inversores se retiran de los mercados, el oro se muestra efectivo proporcionando retornos y reduciendo las pérdidas.

 

Además, por su doble naturaleza de bien de lujo e inversión, el comportamiento del precio del oro a largo plazo viene apoyado por el crecimiento de los ingresos.

Un mercado grande y líquido

El oro se beneficia del tamaño de su mercado global: la estimación del total de oro físico en manos de los inversores y bancos centrales que hace el Consejo Mundial del Oro ronda los 2,9 billones de dólares, con otros 400.000 millones a través de derivados, ETF o transacciones extrabursátiles (“over the counter”).

Por todas estas características, el oro es un elemento indispensable para diversificar carteras de inversión. Según los analistas, el porcentaje de oro que tiene que estar presente en toda cartera de inversión oscila entre el 1 y el 10%, dependiendo de la composición de la misma y de los activos alternativos de que disponga.

Commodities

En comparación con las commodities, entre las que frecuentemente se incluye al oro, éste presenta notables diferencias, muchas más que semejanzas. Por ejemplo, el suministro de oro es equilibrado y amplio, lo que despeja la incertidumbre y volatilidad.

 

Además, el oro no se consume, así que sus stocks son enormemente superiores a los del resto de commodities. Y la demanda de este metal procede de múltiples segmentos y regiones.

Según los cálculos del Consejo Mundial del Oro, el desglose del oro físico existente, según su uso, es el siguiente:

–          Joyería: 89.600 Tm (el 47%), valoradas en 3,6 billones de dólares.

–          Sector oficial (bancos centrales): 31.600 Tm (17%), equivalentes a 1,3 billones de dólares.

–          Lingotes y monedas: 38.400 Tm (20%), valoradas en 1,5 billones de dólares.

–          ETF y similares: 2.300 Tm (1%), 98.000 millones de dólares.

–          Otros: 27.700 Tm (15%), valoradas en aproximadamente un billón de dólares.

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