El precio del oro cayó ligeramente en los mercados asiáticos a comienzos de la jornada del viernes, 9 de abril, después de haber superado su máximo en más de un mes en la sesión anterior. La publicación de las cifras de empleo en Estados Unidos, peores de lo esperado, junto con la confirmación por parte de la Reserva Federal de que seguirá aplicando una política monetaria moderada han lastrado la evolución del oro, que cerrará la semana con una ganancia del 1%.
El oro se ha revalorizado cerca de un 1,5% en la última semana, después de superar dos semanas consecutivas de pérdidas.
A la hora de escribir estas líneas, el precio spot estaba en 1.746,10 dólares la onza, mientras que el fixing de la London Bullion Market Association (LBMA) fue de 1.755,50 dólares la onza al cierre de la última sesión.
La subida del oro podría haber sido mayor, de no ser por dos circunstancias que han lastrado su evolución. Por un lado, la publicación de las cifras de empleo en los Estados Unidos, que han sido peores de lo que esperaban los analistas, lo que ha contenido el optimismo sobre la recuperación de la economía.
Por otro, las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ha defendido la actual política monetaria moderada de la institución durante un evento del Fondo Monetario Internacional.
Powell señaló que el organismo que preside no tiene intención de reducir su apoyo a la economía estadounidense y advirtió que la subida de precios que se espera para este año va a ser solo temporal.
Respecto a la pandemia, Powell afirmó que, si vuelven a aumentar los contagios, se podría ralentizar la recuperación de la economía del país: “los contagios se están reduciendo, así que me gustaría animar a los ciudadanos a que se vacunen y mantengan la distancia social. No queremos que haya un rebrote: incluso si provoca un menor perjuicio económico y hay menos víctimas, podría ralentizar la recuperación de la economía”.
El problema es que muchos países del mundo apenas han comenzado la campaña de vacunación, lo que supone un riesgo para la economía global.
Según Powell, en los próximos meses se espera un aumento del gasto en los Estados Unidos, conforme se va reabriendo la economía, al tiempo que se mantendrán algunos cuellos de botella en cuanto a los suministros, lo que va a impulsar los precios a lo largo de este año.
Sin embargo, el presidente de la Fed ha descartado que estas subidas de precios se vayan a traducir en un aumento de la inflación por encima de los límites esperados, que obligue a este organismo a reaccionar con subidas de los tipos de interés: “creemos que se producirá una presión sobre los precios que se trasladará a los consumidores, pero va a ser solo temporal. Si la inflación se moviera, de forma inesperada y contra nuestros pronósticos, por encima de los niveles en los que estamos cómodos, entonces nos veríamos obligados a reaccionar”.
La Reserva Federal ha mantenido los tipos de interés a cero durante más de un año y se ha comprometido a mantenerlos en ese nivel hasta que la economía alcance el pleno empleo y la inflación supere el 2%.
Además, la Fed sigue con su programa de compra de bonos por valor de 120.000 millones de dólares mensuales, que se ha comprometido en mantener hasta que vea “progresos sustanciales” tanto en la inflación como en el empleo.
En cuanto al resto de metales precisos, la plata seguía sin cambios, a un precio de 25,45 dólares la onza y camino a su mejor semana en el último mes. El paladio se dejaba un 0,2% y el platino perdía un 0,3%, pese a lo cual va a registrar su segunda semana consecutiva de subida.