En los 20 años que han transcurrido entre 1999 y el 31 de diciembre de 2018, el oro ha obtenido una revalorización anual del 7,7%, la segunda mejor de entre todos los activos, solo superada por la de los REIT (siglas de Real Estate Investment Trust, sociedades equivalentes a nuestras SOCIMI), cuyo rendimiento rozó el 10%.
Como explica Frank Holmes desde Seeking Alpha, a pesar de las críticas que suele recibir el oro en los medios de comunicación generalistas, lo cierto es que históricamente ha sido una buena inversión, debido a que tiene una correlación negativa con el mercado y ayuda a los inversores a diversificar los riesgos en sus carteras de inversión.
De hecho, en lo que llevamos de siglo XXI, el oro es uno de los activos que más se ha revalorizado y ha conseguido batir a las acciones y los bonos del tesoro, entre otros.
Según los datos publicados por JPMorgan, en los 20 años transcurridos entre 1999 y el 31 de diciembre de 2018, el oro registró la segunda mayor revalorización anual de entre todos los activos, con un 7,7% de media.
Tan solo los llamados Real Estate Investment Trusts (REIT), unos vehículos de inversión inmobiliaria equivalentes a nuestras SOCIMI, superaron la revalorización del oro, con cerca de un 10%.
Por detrás del oro se sitúa el petróleo, en concreto el West Texas Intermediate, con un 7% de revalorización.
En comparación con REIT, oro y eatróleo, el índice S&P 500 de la bolsa estadounidense apenas obtuvo un 5,6% de retorno anual, después de superar dos grandes caídas.
Por su parte, los bonos (que incluyen los del Tesoro, los de agencias gubernamentales, los corporativos y otros), se revalorizaron un 4,5% anual, una cifra que, según Holmes, “no está mal, teniendo en cuenta que se trata de un activo con menor volatilidad y riesgo que las acciones”.
Las acciones de los países desarrollados, exceptuando los Estados Unidos, registraron unas ganancias de un 4% en 20 años, mientras que el sector inmobiliario se revalorizó un 3,4%.
En último lugar se encuentra el llamado “inversor medio” (average investor), con apenas un 1,9% de revalorización en 20 años.
Según explica Frank Holmes, diversos estudios confirman que estos inversores medios suelen obtener peores resultados que el mercado, tanto en tiempos de prosperidad como de crisis. El año pasado, por ejemplo, perdieron un 9,42%, duplicando las pérdidas del índice S&P.
En cualquier caso, la enseñanza de esta comparativa está clara: el oro es un activo seguro y confiable que, a medio y largo plazo, sirve para proteger el patrimonio y minimizar los riesgos en las carteras de inversión.