La subida de los mercados de capitales en EEUU y Asia, y de los rendimientos de los bonos del Tesoro están convirtiendo a estos activos en un anzuelo mucho más atractivo para los inversores que el oro físico. Un activo que, según sus detractores, “no produce rendimientos”.
Sin embargo, más allá de su valor como refugio en momentos de inestabilidad geopolítica y económica, el oro y, por extensión, los metales preciosos, son un activo interesante como objeto de inversión en todo momento.
Son muchos los gestores de carteras que aconsejan incluir un parte de la inversión en oro o metales preciosos. Es el caso de Trey Reik, gestor de cartera de Sprott Asset Management, quien subraya que el rendimiento del oro ha sido superior al del índice S&P 500 de la bolsa de Estados Unidos (el índice que mejor refleja el crecimiento económico, elaborado a base de la capitalización bursátil de 500 empresas cotizadas).
Según señala Reik en un reciente informe, reflejado por Kitco News, “el oro ha generado unos rendimientos anuales positivos en 14 de los pasados 17 años. Y aún es más impresionante si se le compara con el índice S&P 500. La tasa de crecimiento anual compuesto del oro entre 2001 y el 30 de septiembre de 2017 es de un 9,68%, frente a apenas un 6,01% del índice S&P 500 (reinvirtiendo los dividendos)”.
En un momento en que la cotización de las acciones está alcanzando niveles récord, Reik afirmó que hay más razones que nunca para incluir el oro en una cartera equilibrada. El gestor añade que durante la crisis de las “puntocom”, entre 2000 y 2002, y en la crisis financiera, entre 2007 y 2008, el S&P 500 sufrió una corrección superior al 50%, mientras que el oro proporcionaba “una protección incomparable” a los inversores.
Con semejantes precedentes, Reik no duda en recomendar a los inversores que se protejan de una futura corrección de los mercados de capitales estadounidenses incluyendo oro en sus carteras de inversión. “El oro ha desempeñado una labor extraordinaria inyectando capital en las carteras cuando su producían caídas de la bolsa durante las crisis financieras de las últimas tres décadas”, señala.
Una de las razones por las que el oro se ha convertido en un valor refugio en tiempos de crisis es el hecho de que tiene una baja o nula correlación con otros activos tradicionales.
En cuanto al porcentaje de la inversión en oro, Reik recomienda invertir entre el 2 y el 9% del volumen total en oro. “Cuanto mayor sea el riesgo de los activos que se tienen en cartera, mayor debe ser también la proporción de oro, para compensar ese riesgo”, recomienda.