Icono del sitio Oroinformación

El oro inicia su periodo más favorable del año y podría alcanzar los 1.850 dólares la onza

Calendario con símbolos del dólar

Entre mediados de diciembre y la segunda semana del mes de febrero, el oro suele disfrutar de su periodo más favorable del año. Los analistas esperan que este impulso estacional le permita al metal precioso superar la siguiente barrera que tiene por delante: los 1.850 dólares la onza.

El oro suele mostrar unas ciertas tendencias estacionales que se repiten durante la mayoría de los años. Una de ellas es una tendencia a la subida de su precio entre mediados del mes de diciembre y el día de San Valentín (14 de febrero).

Como señala Sean Lusk, de Walsh Trading, a Kitco News, “desde una perspectiva estacional, la demanda de oro físico es un factor determinante que contribuye a la subida del precio entre mediados de diciembre y el día de San Valentín. Durante las próximas seis a ocho semanas, el oro y la plata van a prosperar. Con la llegada de la nueva variante [del coronavirus], las políticas monetarias moderadas van a continuar. Es cierto que la Reserva Federal ya ha anunciado que comenzará a subir los tipos de interés, pero todavía existe mucha incertidumbre acerca de la recuperación de la economía global y por las nuevas tensiones geopolíticas”.

Según Lusk, éste es el motivo por el que el oro se ha mantenido en una horquilla de entre 1.780 y 1.800 dólares la onza en los últimos tiempos. De momento, los mercados ya han descontado la postura más agresiva de la Fed en cuanto a la retirada de su programa de ayudas y a las tres subidas de los tipos de interés en 2022. Esto significa que cualquier novedad podría modificar el panorama y beneficiar al oro.

Antes de que los inversores se lancen a por el oro, tienen que asegurarse de que no se trata de un falso movimiento al alza. Los fondos de inversión no están apostando en largo por el oro, aunque esta situación podría cambiar pronto si, como apuestan desde Walsh Trading, el precio del metal se acerca de nuevo a los 1.880 dólares la onza, nivel que ya alcanzó el pasado mes de noviembre.

Ahora mismo se están registrando mínimos más altos que, a la larga, suelen provocar máximos más altos. Así, si se alcanzan los 1.815 dólares la onza en los contratos de futuros de oro con entrega en febrero, se abrirá el camino hacia los 1.833 y, posteriormente, a los 1.875 dólares la onza.

Si el metal se las arregla para cerrar el año a 1.850 dólares la onza, el próximo objetivo se situaría en los 2.000.

Para que esto suceda, se precisa que los rendimientos reales de los bonos permanezcan bajos, a pesar de la subida de los tipos de interés. Y eso solo se puede lograr si la inflación sigue siendo alta.

Pese a que la reacción inicial del oro a la retirada del programa de ayudas de la Fed y a la subida de los tipos de interés sea negativa, una vez que el mercado lo procese podría desencadenarse un nuevo rally.

En principio, las subidas de tipos de interés provocan un fortalecimiento del oro, pero el impacto de la inflación puede ser muy beneficioso para el oro, ya que precipita su demanda, ante el temor de los inversores a quedarse sin él.

Salir de la versión móvil