El actual entorno de tipos de interés bajos ha obligado a los inversores a recurrir a activos alternativos en busca de mayores rendimientos. Sin embargo, la alta volatilidad y escasa liquidez de éstos hace que, hoy por hoy, el oro sea el más atractivo de estos activos de inversión alternativos.
En su último informe Investment Update, el Consejo Mundial del Oro constata que muchos inversores están recurriendo a activos de inversión alternativos ante el escaso rendimiento de los tradicionales, que están lastrados por un entorno de tipos de interés muy bajos.
Según los datos de Greenwich Coalition y Mercer, recabados por el Consejo Mundial del Oro, los inversores están apostando cada vez más por activos alternativos como los mercados privados (compañías que no cotizan en bolsa), los activos tangibles (sellos, monedas, obras de arte, bienes de colección) y las infraestructuras.
Se estima que, en el plazo de tres años, el porcentaje de estos activos alternativos en la cartera de los inversores crecerá hasta representar un tercio del total.
Como señalan desde el Consejo Mundial del Oro, “la mayoría de estos activos de inversión alternativos han contribuido históricamente a alcanzar la rentabilidad deseada, pero tienen una liquidez mucho menor. Esto, unido a la huida desde los activos de renta fija de mayor calidad, provoca un aumento de la volatilidad y una disminución de la liquidez de la cartera de inversión, algo que hay que tener en cuenta en un entorno de alta inflación”.
Liquidez
Por lo que se refiere a la liquidez, la crisis financiera de 2008 puso de relieve las dificultades que existen a la hora de deshacerse de algunos activos de inversión en los momentos en los que se precisa disponibilidad de capital.
Este problema es común a las inversiones alternativas como las empresas de mercados privados, las criptomonedas, los bienes de colección o el patrimonio inmobiliario.
Frente a esta falta de liquidez, el informe del Consejo Mundial defiende el papel del oro como el activo más líquido con el que lograr una cartera de inversión equilibrada y satisfacer las necesidades de liquidez de los inversores.
Como se puede apreciar en el gráfico, esta liquidez del oro se deriva del enorme tamaño de su mercado, que roza los 150.000 millones de dólares al día.
Tan solo las acciones del índice S&P 500 de la bolsa estadounidense y los bonos del Tesoro de EEUU superan en volumen diario al metal precioso.
Volatilidad
El otro problema que tienen que afrontar los inversores es el de la volatilidad. El gráfico adjunto muestra cómo tanto las acciones como la gran mayoría de los activos de inversión alternativos tienen una volatilidad muy superior a la del oro.
La clasificación de los activos más volátiles de los últimos cinco años está encabezada, como no podía ser de otra manera, por el bitcoin, con un índice anual cercano al 75%.
Por el lado contrario, el oro se presenta como uno de los activos menos volátiles, por lo que constituye un elemento muy recomendable para incluir en cualquier cartera de inversión.