Pese a que el precio del oro ha caído por debajo de la barrera de los 1.800 dólares la onza al inicio del segundo semestre de 2022, los expertos creen que el metal precioso tiene muchas posibilidades de revalorizarse entre julio y diciembre de este año, en un entorno de caída generalizada de los precios de las commodities.
Un reciente informe de Bloomberg Intelligence señala que el precio del oro podría regresar al entorno de los 2.000 dólares la onza en el segundo semestre de 2022, aprovechando la caída de los precios de las commodities.
Según este análisis de Mike McGlone, estratega jefe de Bloomberg Intelligence, el petróleo es la materia prima que se enfrenta al mayor riesgo de reversión, mientras que el oro está entre las pocas que podrían beneficiarse.
“La gran reversión de 2022 puede ganar impulso en el segundo semestre y el crudo parece un candidato principal para caer. Vemos que los riesgos de la segunda mitad del año se inclinan hacia la aceleración del retroceso en el Índice de Materias Primas de Bloomberg, con el oro potencialmente como principal protagonista”, señaló McGlone.
El analista recuerda que el último periodo en el que el oro se mostró débil en comparación con las materias primas fue en el año 2000, cuando estalló la burbuja de las compañías de Internet y el metal precioso entró en una fase alcista muy prolongada.
Por ello, desde Bloomberg Intelligence consideran muy probable que el oro brille frente a los metales industriales durante el resto de 2022, a medida que el crecimiento mundial disminuya: “que el cobre cotice por encima de los 10.000 dólares la tonelada podría indicar una recuperación, pero creemos que es más probable que el oro supere los 2.000 dólares la onza”.
Desde el punto de vista macroeconómico, Bloomberg Intelligence ve que la inflación se ralentizará a finales de este año a medida que el mercado bursátil siga bajando y las materias primas, incluyendo el petróleo y los metales industriales, caigan.
“Las materias primas podrían caer alrededor del 50% en el segundo semestre. Lo que parece extremo es bastante normal… Los ejemplos más recientes de repuntes similares a los máximos de 2008 y 2011 fueron coherentes, ya que las materias primas no se estabilizaron hasta caer cerca del 50%. El aumento de las expectativas de endurecimiento de la Reserva Federal a pesar de los desplomes del mercado de valores y del cobre (considerado un indicador de la inflación/económico) sugieren mayores riesgos de una amplia reversión de los precios de las materias primas”, apunta McGlone.