El precio del oro podría superar los 1.500 dólares la onza en el año que acaba de comenzar, mientras que la plata podría alcanzar un precio superior a los 22 dólares la onza.
Son las previsiones para 2018 del experto en metales preciosos Michael Kosares, fundador de Gold Eagle y con 45 años de experiencia en el sector. Para Kosares, la cuestión clave es saber si el oro va continuar la escalada con la que ha cerrado 2017 o se va a estabilizar y caer.
Su apuesta es optimista, con un precio, en algún momento del año, superior a los 1.500 dólares la onza. “Después de dos años consecutivos de resultados positivos, el oro parece estar consolidando una tendencia al alza. No parece previsible que, teniendo en cuenta su actuación en 2017 y la de los sobrevalorados mercados de capitales, se produzca una corrección a la baja”, asegura Kosares, quien considera que el oro se ha reafirmado como una fuerza principal en el mercado financiero global.
Según Kosares, la clave es el sentimiento, más que los fríos datos: “el capital siempre está merodeando en busca de una oportunidad, y el dinero inteligente siempre encuentra los activos infravalorados. En 2017 hemos asistido a los primeros signos de una migración del dinero inteligente, movido por inversores profesionales que rigen instituciones de inversión con fondos valorados en miles de millones de dólares, hacia el oro. Y en 2018, es previsible que los pequeños inversores sigan esta corriente hacia el oro, tanto físico como papel”.
Una llegada de inversores que provocará una subida del 20% en el precio del oro respecto al cierre de 2017, lo que situará al metal entre los 1.550 y los 1.560 dólares la onza.
En cuanto a la plata, Kosares también es optimista y apunta a un precio superior a los 22 dólares la onza en algún momento de 2018, lo que supone un 30% de ganancia respecto al precio medio de este metal en 2017. “La plata tiene una larga trayectoria de superar al oro, tanto en subidas como en bajadas y 2018 no va a ser la excepción: se va a seguir beneficiando de su nuevo papel como activo refugio y va a seguir la estela del oro en la protección del patrimonio de los inversores”.