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“El oro puede alcanzar los 1.400 dólares a final de año”

Licenciado en Economía por la UNAM mexicana y Máster en Economía de la Escuela Austríaca por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Guillermo Barba es un gran experto y divulgador de los mercados de metales preciosos. Desde su web www.guillermobarba.com y sus colaboraciones en medios de comunicación como Forbes México, El Financiero o adn40 TV, promueve el conocimiento sobre la economía mundial y defiende el valor de los metales preciosos como objeto de inversión. Barba ha repasado en exclusiva para Oroinformación la actualidad relativa a la inversión en metales preciosos.

Oroinformación – La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el Brexit, las elecciones en varios países europeos que podrían comprometer la fortaleza del euro… Las circunstancias geopolíticas han hecho que los inversores comiencen a prestar atención al oro y la plata. ¿Por qué debemos considerarlos como un valor refugio en tiempos de incertidumbre política y económica?

Guillermo Barba – Bueno, porque ambos, pero sobre todo el oro, son dinero contante y sonante. Ambos, siempre que se tengan en físico, constituyen un activo de valor real que no forma parte de la hoja de balance de nadie más. Dicho de otro modo, cuando tienes oro/plata, tienes la forma más pura y acabada de propiedad privada, dinero en tu mano sin riesgo de impago de ninguna contraparte. Claro, tiene otro tipo de riesgos, como el que te lo roben, pero bien resguardado ese riesgo puede caer a casi cero.

Por eso el oro es el refugio de refugios, el seguro financiero más importante y, sobre todo, en un mundo en el que las deudas siguen creciendo exponencialmente en el mundo lo mismo que la creación de dinero fiat, de papel. Éste, a diferencia del oro, sí es un pasivo de alguien más, generalmente del banco central emisor, que monopoliza su emisión y lo hace manipulando uno de los mercados más importantes, el de dinero y las tasas de interés. Cuando se manipula un mercado, se generan consecuencias insospechadas, ‘pecados’ económicos que se pagan con creces.

No es casual que todos los experimentos en la historia humana con dinero sin respaldo real de valor en un activo, dinero de papel, terminan en el panteón de las divisas que alcanzan su verdadero valor: cero.

Tarde o temprano, la gente regresa al dinero real, cuando resulta obvio que la corrupción monetaria fiat concluirá en un colapso general, en impagos de deudas y una moneda que vale cero o casi cero por la inflación.

OI – Los analistas de diversos bancos internacionales como Bank of America, Merrill Lynch, UBS y otros coinciden en pronosticar un precio del oro de entorno a los 1.250 dólares la onza para finales de 2017, y alrededor de 1.400 dólares en 2018. ¿Desde su perspectiva son unas previsiones realistas, se quedan cortas o pecan de optimistas?

GB – Al contrario, creo que se quedan cortos en su previsión para 2017. Anticipo que los 1.400 dólares podrían alcanzarse este mismo año debido, en buena medida, a que la demora y/o más fracasos –como el de echar abajo el ‘Obamacare’– en la implementación de las propuestas de Donald Trump en Estados Unidos, por ejemplo, la baja de impuestos corporativos, un impuesto de ajuste fronterizo (BAT), la renegociación de tratados comerciales como el NAFTA, etc., podrían debilitar más al dólar. No siempre están correlacionados el dólar y el oro a la inversa, pero pienso que la baja del dólar catapultará al oro en 2017 a niveles superiores a los máximos conseguidos en 2016, es decir, por arriba de 1.360 dólares la onza, y ya he dicho, incluso alcanzar los 1.400 dólares.

OI – A mediados de marzo, la Reserva Federal estadounidense elevó los tipos de interés en un cuarto de punto, y se esperan otras dos nuevas subidas para lo que queda de año 2017. Tradicionalmente se dice que las subidas de tipos en EE UU no son buenas noticias para el oro, pero este tópico se está comenzando a cuestionar. ¿Cómo lo ve usted?

GB  Como decía, no siempre hay una correlación directa entre el alza del dólar y la baja del oro y viceversa, y tampoco siempre que hay alza de tipos se desploma el oro. De hecho, hemos visto recientemente que ha ocurrido lo contrario. Cuando en diciembre de 2015 la Fed comenzó una incipiente alza de tasas, el oro inició un rally que sólo concluyó hasta julio de 2016. En 2017 hemos atestiguado algo similar. El oro está terminando un primer trimestre bastante bueno, y esta vez el alza volvió a comenzar en diciembre.

OI – Desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, se está hablando mucho del oro en los Estados Unidos: su pasado como inversor de oro, sus declaraciones a favor de la reinstauración del patrón oro, las propuestas de ley en varios Estados como Idaho o Arizona para que el oro y la plata se consideren medios de pago… ¿Puede contribuir toda esta información a que cambie la perspectiva de muchos ciudadanos sobre los metales preciosos y comiencen a considerarlos como una alternativa a la inversión de cara al futuro?

GB – Puede ser. Sin embargo, es un error pensar que la afición de Trump por el oro lo llevará incluso a proponer un patrón oro o a volver a empoderar al metal como protagonista del sistema monetario. Nada de eso. Trump ama al oro y lo usa como símbolo de poder y riqueza, pero usará y abusará del poder del dólar como dinero fiat para derrochar a manos llenas e intentar cumplir sus promesas de un elevado gasto militar y en infraestructura.

Así que el llamado a los ciudadanos es a seguir acumulando oro como reserva de valor y protección financiera, porque Trump, todo un apasionado por el oro, no salvará a los Estados Unidos y al dólar de un gran colapso final inevitable ya. De hecho, empeorará las cosas.

OI – Respecto a las distintas fórmulas para invertir en oro, los ETF han experimentado una notable subida en 2016 respecto a 2015. Sin embargo, muchos analistas desconfían del llamado ‘oro papel’, porque argumentan que no existe suficiente oro físico como para respaldar todo los ETF que se están comercializando. ¿Cómo ve usted esta dicotomía entre el “oro papel” y el “oro físico”?

GB – Es la misma dicotomía que existe entre inversor y especulador. El oro físico no debe faltar en ninguna cartera de todo inversor en valor y/o que se considere responsable en el manejo de sus finanzas. Es un ancla de largo plazo. Por supuesto, sus costos son más elevados por obvias razones que el oro ‘de papel’, siendo este último mucho más fácil de vender y comprar, y es, por tanto, más propicio para la especulación de corto plazo. Sobra decir que los niveles de riesgo son también distintos, pues nada hay más seguro que el oro físico y su constante poder adquisitivo a largo plazo, mientras que nunca hay garantía de ganancias en divisa cuando se especula.

OI – Una de las principales críticas que se hace a las inversiones en oro es que “no ofrece rendimientos”. Sin embargo, no se tiene en cuenta que es un activo de liquidez inmediata que sirve, entre otras cosas, para mantener el poder adquisitivo. ¿Qué ventajas ofrece la inversión en oro frente a, por ejemplo, las acciones o los bonos?

GB – Ya decía que el oro es un ancla y seguro financiero. No es nada más ni nada menos. Nadie quiere morirse, pero si se es responsable más vale tener un seguro de vida solo por si acaso. Igual con los seguros de automóvil. Nadie quiere sufrir un accidente, pero si te pasa, estarás feliz de contar con uno y estarías posiblemente en graves apuros si no. Lo mismo es con el oro. No da rendimientos el oro porque da seguridad, y la seguridad es sinónimo de cero riesgos (o el mínimo riesgo de todos). Todas las formas de inversión que generan ingresos implican riesgo. Por eso el viejo dicho de que a mayor riesgo mayor la ganancia, pero claro, también está el peligro de perder a lo grande o perderlo todo. Con el oro es distinto. No perderás poder adquisitivo en el tiempo, tendrás garantía de que incluso si colapsa el sistema monetario entero –algo por cierto que va a terminar ocurriendo, como he comentado antes en esta entrevista–, esta parte de tu cartera no solo no saldrá afectada, sino que será increíblemente revalorizada, pues ante el pánico, los inversores comprarán oro y plata físicos a precios que hoy, nos parecen impensables.

OI – Por último, ¿qué aconsejaría a una persona que aún no se decide a invertir parte de sus excedentes económicos en metales preciosos?

GB – Que se dé prisa, sobre todo, si no tiene nada de oro y plata. Los actuales niveles de precios no son malos, de hecho, son bastante atractivos. Hay que comprar paulatina y periódicamente para que, de este modo, sin importar que el metal precioso vaya subiendo o bajando de precio, siempre se tenga un costo medio de adquisición conveniente. Mi recomendación es de tener al menos el 10% de la cartera total en oro y o plata. La proporción recomendada de cada metal varía según la edad y perfil del inversor.

Guillermo Barba está disponible en Twitter @memobarba y en inteligenciafinancieraglobal@gmail.com

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