El precio del oro ha reaccionado al alza tras publicarse el esperado dato del IPC estadounidense del pasado mes de mayo, que ha resultado más alto de lo que esperaba el mercado. El metal se acerca a los 1.900 dólares la onza, después de haber perdido impulso en los últimos días.
El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos confirmó este jueves, 10 de junio, la subida del Índice de Precios al Consumidor (IPC) un 0,6% en mayo, después de que se hubiera incrementado un 0,8% en abril.
La subida ha sido mayor de lo que esperaba el mercado, que estimaba un incremento del 0,4%, la mitad que el mes anterior.
Con esta subida, la inflación acumulada asciende hasta el 5%, la mayor subida en un periodo de 12 meses desde que en el año que concluyó en agosto de 2008 creciera un 5,4%.
Por su parte, el IPC básico (excluyendo los costes de alimentación y energía) creció un 0,7% en mayo, después de haberlo hecho un 0,9% en abril. De nuevo, el dato ha resultado peor de lo esperado, ya que el consenso en el mercado era que iba a subir un 0,5%.
El IPC básico acumulado es del 3,8%, el mayor incremento en 12 meses desde el periodo que terminó en junio de 1992.
El oro se va a ver beneficiado por esta subida del IPC, mayor de lo esperado, ya que la inflación constituye uno de los factores que están tirando del precio del metal hacia arriba.
Algunos analistas creen que una inflación mayor de lo esperado podría perjudicar al oro, ya que podría provocar que la Reserva Federal ajustara su política monetaria expansiva y redujera su programa de compra mensual de bonos antes de lo esperado.
Sin embargo, otros creen que, a pesar de la subida de la inflación, la Fed no se va a apresurar a subir los tipos de interés en un futuro cercano.
Con los tipos de interés en torno a cero y la inflación subiendo, los rendimientos reales de los bonos del tesoro continúan adentrándose en territorio negativo, lo que resulta positivo para el oro, con el que compiten los bonos por atraer a los inversores.
En opinión de Katherine Judge, economista de CIBC Capital Markets, en Kitco News, el banco central estadounidense no va a subir los tipos de interés hasta al menos el tercer trimestre de 2022: “aunque las cifras anuales se están magnificando por comparación con las del año pasado y la subida de la inflación ya había sido anticipada por la Fed, el IPC básico está por encima del 2% anual. Esto pone en duda que se trate de algo temporal”.