El precio del oro ha retrocedido hasta los 1.315 dólares la onza en la sesión de esta mañana, su nivel mínimo en las últimas dos semanas y media, después de cerrar el pasado viernes, 15 de septiembre, a 1.322,85 dólares en el London Bullion Market Association (LBMA). Su precio en euros se ha reducido hasta los 1.100 euros la onza.
Como señala el informe Commodities Daily que publica al banco alemán Commerzbank, detrás de este retroceso se encuentran la subida, en la sesión del pasado viernes, de los índices S&P 500 y Dow Jones Industrial Average a niveles récord. Una subida en los mercados de capitales que continúa en Asia a lo largo de la jornada de hoy.
Como consecuencia, los rendimientos de los bonos estadounidenses también han subido de forma significativa, lo que convierte al oro en una inversión menos atractiva para los inversores que buscan solo la rentabilidad. Una razón, según apuntan desde Commerzbank, para que el pasado viernes se produjera una salida masiva de inversores de los ETF de oro, por segundo día consecutivo.
Según los analistas del banco alemán, la volatilidad en el mercado del oro podría incrementarse a partir del próximo miércoles, 20 de septiembre, día en que esté previsto que se celebre una nueva reunión de la Reserva Federal estadounidense. Si se incrementan las expectativas de una nueva subida de tipos de interés, esto va a acabar afectando a la evolución del precio del oro.
Desde Commerzbank recuerdan que la actual escalada del precio del oro lo ha llevado hasta rozar los 1.360 dólares la onza, su máximo de los últimos 13 meses, impulsado por los movimientos especulativos y la búsqueda de un valor refugio por parte de los inversores a raíz de la inestabilidad política internacional.