El precio del oro está a punto de derribar una nueva barrera en esta carrera alcista que se prolonga ya durante siete trimestres consecutivos: la de los 1.800 dólares la onza. En la primera jornada de julio, el precio spot del metal superó los 1.790 dólares, mientras los futuros subían por encima de la mítica cifra, en una subida que, según los analistas, se va a seguir prolongando.
La mágica cifra de los 1.800 dólares la onza se encuentra ya al alcance del oro, después de que en la jornada del 1 de julio el precio spot del metal llegase a cotizar a por encima de los 1.790 dólares la onza.
Un rally alcista que, según los analistas de los principales bancos, tiene todos los visos de continuar, impulsado por un entorno inversor cada vez más favorable a valorar el oro como un activo refugio y una protección frente a los efectos de la inflación.
Así, según Daniel Hynes, analista de commodities de ANZ Bank, el oro ha incrementado sus ganancias recientes, mientras sigue aumentando la demanda de metal como activo refugio.
Uno de los factores que más han influido en ello han sido las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ha presentado un panorama sombrío de la economía estadounidense y ha hecho un llamamiento a contener la pandemia para ayudar a que la economía se recupere de la mayor contracción de su historia.
La aprobación de nuevas leyes relativas a la seguridad nacional en Hong Kong por parte del Gobierno chino ha contribuido a avivar la tensión geopolítica con Estados Unidos, lo que también supone un factor que impulsa el precio del oro.
Por su parte, Lachlan Shaw, responsable de commodities de National Australian Bank, opina que una subida sostenida por encima de los 1.800 dólares la onza va a depender de cómo impacte el Covid-19 sobre la economía global.
Pese a las dudas existentes respecto al comportamiento del oro a corto plazo, Shaw cree que las perspectivas a largo plazo son más sólidas: “una vez que pasemos los próximos 6 a 12 meses, creo que el precio del oro superará los 1.800 dólares la onza, aunque no sé si eso se dará a corto plazo. Creo que probablemente alcance los 2.000 dólares la onza en el plazo de 12 a 18 meses”.
Carsten Fritsch, analista de Commerzbank, recuerda que el oro ha ganado un 12% en el segundo trimestre del año, lo que constituye una de las mayores subidas trimestrales de los últimos cuatro años: “el oro ha registrado su mayor incremento trimestral desde el primer cuarto de 2016, aunque en aquella ocasión el aumento del 16% se produjo después de una racha negativa que se había extendido durante seis trimestres. Además, partía desde un nivel muy bajo”.
En cambio, como apunta Fritsch, en esta ocasión se trata del séptimo aumento trimestral consecutivo.
Según los analistas de TD Securities, el precio del oro va camino de alcanzar los 1.800 dólares la onza. Desde el banco canadiense subrayan el cambio que se ha registrado en el comercio de oro, que ha pasado de ser más valorado por su condición de activo refugio a considerarse un elemento de protección frente a la inflación.
En su opinión, la caída de los tipos de interés debería bastar para que el oro alcanzara los 1.800 dólares la onza.
Los analistas del banco estadounidense Citi se han sumado a la corriente optimista respecto a la evolución del precio del oro, dados su condición de activo refugio y de elemento de protección frente a la inflación.
La entidad ha revisado al alza sus previsiones respecto al precio del oro a tres meses, elevándola a 1.825 dólares la onza, después de que el pasado mes de mayo fijaran un precio medio estimado de 1.715 dólares la onza para el segundo semestre del año.
El banco mantiene sus previsiones optimistas a largo plazo, que estiman que el oro alcanzaría un nuevo máximo de 2.000 dólares la onza en 2021. De momento, el precio récord está en los 1.920 dólares la onza que alcanzó en septiembre de 2011.
Por su parte, Goldman Sachs también revisó al alza recientemente su previsión de precios, fijando el objetivo en los 2.000 dólares la onza a medio plazo.