El precio del oro ha conseguido librarse del freno que lo retenía por debajo de la barrera de los 1.600 dólares la onza y ha alcanzado un precio máximo de los últimos siete años. El temor al impacto económico que pueda causar el coronavirus ha puesto en marcha el efecto refugio y los inversores se han lanzado hacia activos seguros como los metales preciosos.
El oro superó por fin la barrera de los 1.600 dólares la onza el miércoles, 19 de febrero, después de varios días de aproximación. La London Bullion Market Association (LBMA) cerraba la sesión a 1.604,20 dólares la onza, mientras que el precio spot, a la hora de escribir estas líneas, alcanzaba los 1.607,60 dólares.
Unos precios que no se registraban desde el año 2013 y que tienen en la epidemia de coronavirus uno de los factores clave. Según señala Boris Schlossberg, de BK Asset Management, a Reuters, “los mercados están ignorando el negativo impacto económico a largo plazo que supone el cierre de China, mientras que se están protegiendo del riesgo con apuestas más altas sobre el oro”.
El pasado martes, 18 de febrero, la compañía Apple advirtió que sus beneficios se iban a ver reducidos por el impacto en la cadena de suministros provocado por la epidemia de China. Un anuncio que provocó una caída generalizada de los mercados en todo el mundo y que aumentó el interés de los inversores por activos refugio como el oro.
Según un informe del analista de commodities de Citigroup, Ed Morse, el metal alcanzará el siguiente nivel, los 2.000 dólares la onza, en un periodo de entre 12 y 24 meses. A más corto plazo, entre seis y 12 meses, Citigroup estima que el oro alcanzará los 1.700 dólares la onza.
De momento, el precio del metal ha registrado un nuevo máximo histórico en la India, el segundo mayor consumidor mundial de oro: en el mercado de Bombay los 10 gramos (medida tradicional en la India) se pagaban a 41.636 rupias (581,14 dólares).
En Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, explicó la semana pasada que aún es pronto para saber si el impacto económico en los Estados Unidos va a ser lo suficientemente severo o sostenido como para provocar cambios en la política monetaria.
Desde que se desencadenó la epidemia, los inversores comenzaron a hacer sus apuestas sobre cuándo retomará la Fed su política de recortes de los tipos de interés, con un consenso generalizado que apunta al próximo mes de junio.
Medidas económicas en China
Mientras, en China, la segunda mayor economía mundial, el sector industrial trata de recuperarse de las severas restricciones de movimiento impuestas por las autoridades para tratar de contener la expansión del virus.
El Gobierno estudia poner en marcha nuevas medidas de estímulo destinadas a sectores como las líneas aéreas, que se han visto especialmente perjudicados por la epidemia. Según un informe del Banco Popular de China publicado el pasado 19 de febrero, la epidemia de coronavirus va a tener un impacto limitado en la economía del país, ya que no ha afectado a sus principales indicadores económicos.
Entre las medidas que prepara el banco central para aliviar la situación está el aumento del crédito, facilitando préstamos y reduciendo los tipos de interés aplicados a las compañías que trabajan para controlar la epidemia.
La entidad también quiere mantener la estabilidad del yuan y asegurar la estabilidad monetaria con una política moderada.