El precio del oro se ha mantenido durante los últimos días por encima de los 1.900 dólares la onza a pesar de la subida de los rendimientos de los bonos del tesoro y de los recientes comentarios del presidente de la Reserva Federal, que apunta a una próxima subida aún más agresiva de los tipos de interés para hacer frente a la inflación.
El oro está resistiendo la presión y mantiene su nivel por encima de la barrera de los 1.900 dólares la onza, a pesar de los recientes indicios de que la Reserva Federal podría acelerar la subida de los tipos de interés en su próxima reunión de mayo, lo que ha impulsado los rendimientos de los bonos del tesoro.
En estos momentos, el precio spot del oro es de 1.920,10 dólares la onza, mientras que el fixing de la London Bullion Market Association (LBMA) cerró la última sesión a 1.915,25 dólares. Los contratos de futuros con entrega en abril cotizan ahora mismo a 1.920,30 dólares la onza.
En un discurso pronunciado el pasado 22 de marzo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que “vamos a adoptar las medidas necesarias para asegurar la vuelta a la estabilidad de los precios. En concreto, si estimamos que es apropiado un movimiento más agresivo, subiendo el tipo de interés de los fondos federales en más de 25 puntos básicos en la próxima reunión, lo haremos. Y si creemos que necesitamos endurecer nuestra postura más allá de las medidas habituales, también lo haremos”.
Estos comentarios de Powell han impulsado los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a diez años hasta cerca del 2,40%, su nivel más alto de los últimos tres años. Sin embargo, los analistas creen que, a pesar de la subida del dólar y de los rendimientos de los bonos, el precio del oro se va a mantener por encima de los niveles críticos. De hecho, durante los últimos días, no ha salido de la horquilla de entre los 1.900 y los 1.950 dólares la onza.
Como señala el analista de Commerzbank Daniel Briesemann a Kitco News, este posible endurecimiento de la postura de la Reserva Federal podría sumir a la economía estadounidense en una recesión, lo que resultaría positivo para el oro.
Por su parte, Ole Hansen, analista de Saxo Bank, apunta que el riesgo de recesión es cada vez más alto y que los inversores deberían prestar atención al precio del petróleo: “el mercado del petróleo es el que hay que vigilar, con una subida del precio que señala el riesgo geopolítico y la inflación, además de la ralentización del crecimiento económico, todos ellos factores que apoyan la subida del oro”.
Desde Heraeus Precious Metals subrayan que el oro puede mostrar volatilidad a corto plazo mientras la Reserva Federal se embarca en un ciclo de endurecimiento de la política monetaria: “conforme suben los tipos de interés reales, podría disminuir el interés por el oro como protección frente a la inflación. Sin embargo, incluso si la Fed acelera la subida de tipos como ha sugerido, la inflación seguirá por delante y los tipos de interés reales seguirán siendo negativos, lo que constituirá un entorno positivo para el oro a medio plazo”.