El precio del oro se ha asentado en el entorno de los 2.000 dólares la onza tras varias subidas y bajadas durante las últimas dos sesiones. Su atractivo como activo refugio lo llevó a superar su máximo histórico, aunque perdió el nivel ante los posibles avances en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania. En la última sesión, la falta de avances en estas negociaciones ha vuelto a impulsar el precio.
El oro parece haberse asentado en torno a los 2.000 dólares la onza, tras varias subidas y bajadas durante las dos últimas sesiones. El pasado miércoles, 9 de febrero, su precio superó brevemente el máximo histórico, por encima de los 2.080 dólares la onza.
Sin embargo, las buenas perspectivas que rodeaban la primera ronda de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania (el presidente ucraniano parecía dispuesto a renunciar al ingreso de su país en la OTAN) pusieron en valor de nuevo los activos de inversión de mayor riesgo como las acciones y el precio del oro cayó por debajo de los 2.000 dólares.
El fracaso de estas conversaciones ha supuesto un nuevo impulso para el metal, cuyo precio spot en estos momentos es de 1.993 dólares la onza. El precio fixing cerró la última sesión en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.996,60 dólares la onza. Por su parte, los contratos de futuros del oro en el Comex estadounidense están ahora mismo a 2.001 dólares.
Los inversores también han tenido muy en cuenta el dato de la inflación en Estados Unidos durante el mes de febrero, que estuvo en línea con las expectativas y supuso el mayor incremento interanual desde enero de 1982.
Como señalaba Jim Wycoff, analista de Kitco Metals a Reuters, “las cifras de inflación constituyen un factor subyacente muy favorable para el oro. Sin embargo, la geopolítica es lo que está marcando el camino de los datos económicos ahora mismo”.
En el actual contexto de subida del precio del petróleo y las commodities, los inversores están ahora muy pendientes de lo que suceda en la reunión de política monetaria que va a celebrar la Reserva Federal estadounidense el próximo 16 de marzo.
De momento, en el terreno geopolítico no parece haber avances: las conversaciones entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania no han hecho progresos de cara a un posible alto el fuego. Eso va a dejarse notar en las bolsas y en otros activos de mayor riesgo, y va a propiciar que los inversores sigan interesándose por el oro como activo refugio y elemento de protección frente a la inflación.
Otro de los metales preciosos que se están viendo beneficiados es el paladio, un elemento cuyo suministro depende de Rusia, responsable de alrededor del 40% de la producción global.
Usado por la industria del automóvil para la fabricación de catalizadores con los que controlar las emisiones contaminantes de los motores de gasolina, su precio actual es de 3.190 dólares la onza, tras haber registrado su máximo histórico a principios de semana, con 3.440,76 dólares, ante el temor a los posibles problemas de suministro del metal desde Rusia.
En opinión de Eli Tesfaye, analista de RJO Futures, el oro y el paladio se están mostrando “relativamente fuertes” y su trayectoria de este jueves, 10 de marzo, va a marcar el camino que van a seguir en el futuro.
Por lo que respecta al resto de los metales, la plata subió un 0,7%, hasta los 25,90 dólares la onza, mientras que el platino subió un 0,1%, hasta los 1.077,37 dólares.