El precio del oro se disparó al cierre del pasado viernes, 12 de enero, gracias a la caída del mercado de bonos, que reaccionó a la baja tras difundirse el rumor de que el Gobierno chino, el mayor poseedor mundial de bonos del Tesoro de EEUU, había decidido detener las compras.
El oro cerró la sesión del viernes en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.326,80 dólares la onza, después de haber alcanzado los 1.332,90 dólares a mitad de la sesión. Mientras, en Nueva York, el precio spot cerraba a 1.337,40 dólares la onza, después de haber registrado una subida de 21,40 dólares en apenas tres días, entre el miércoles 10 y el viernes, 12.
Una subida que vino provocada por la venta masiva de deuda del Tesoro estadounidense que, como señalan desde Mining.com, pudo ser consecuencia de la noticia publicada por Bloomberg en la que aseguraban que funcionarios del Gobierno chino habían recomendado ralentizar o detener la compra de bonos del Tesoro. Hay que recordar que el Gobierno chino es el mayor poseedor mundial de bonos del Tesoro de Estados Unidos, por un valor de más de 3,1 billones de dólares.
Según Mining.com, independientemente de la veracidad de la noticia, el daño causado a los mercados de bonos fue notable, después de que los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años alcanzaran su máximo de los últimos 10 meses el pasado martes, 9 de enero, con un 2,59%.
Según algunos analistas, la supuesta decisión del Gobierno de China sería un arma económica contra el creciente proteccionismo estadounidense y contra la retórica de Donald Trump en relación a las prácticas comerciales irregulares que, según él, han provocado que China tenga ahora mismo un superávit comercial de 275.000 millones de dólares sobre los Estados Unidos.
Desde Bullion Vault, sin embargo, aseguran que el rumor sobre China y los bonos del Tesoro carece de fundamento, y citan como fuente a Brad Setser, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y antiguo secretario de análisis económicos internacionales del Tesoro de EEUU, quien afirma que China no necesita comprar más bonos estadounidenses porque ya ha alcanzado su cifra objetivo: el 40% de su cartera.
Sea cierta o no, la noticia provocó el nerviosismo de los inversores que tienen bonos en sus carteras de activos, en un momento en que los bancos centrales también están reduciendo la compra de instrumentos de deuda soberana, después de años de una política monetaria conservadora.