El precio del oro subió este miércoles, 14 de marzo a máximos de la última semana, impulsado por la debilidad del dólar y por la noticia del despido del secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, que ha incrementado la preocupación por el giro proteccionista que está dando la administración Trump a su política comercial.
El martes, 13 de marzo, el oro cerraba la sesión de la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.322,75 dólares la onza, mientras que a primera hora del 14, su precio spot crecía un 0,12%, hasta los 1.327,56 dólares la onza, después de haber alcanzado los 1.329,22 dólares, su máximo desde el pasado 7 de marzo.
El mercado está muy pendiente de la política estadounidense, después de que el pasado martes, 13, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, despidiera al secretario de Estado, Rex Tillerson tras una serie de desencuentros públicos con él en relación con la política respecto a Corea del Norte, Rusia e Irán.
El hasta ahora director de la CIA y hombre de confianza de Trump, Mike Pompeo, va a ser el nuevo responsable de la diplomacia estadounidense.
Todas estas noticias vuelven a poner en juego el factor de aversión al riesgo que mueve a muchos inversores, especialmente los más conservadores, por lo que el oro vuelve a hacer valer su condición de activo refugio.
La noticia de la sustitución de Tiller por Pompeo ha afectado también al dólar, que ha vuelto a caer con respecto al yen y a otras divisas, abortando el amago de rebote que había protagonizado en días anteriores. Esta debilidad del dólar también es un factor favorable al oro, al que se recurre como inversión alternativa en momentos de incertidumbre política y económica, ya que lo hace más asequible para los inversores en divisas distintas al dólar.
Por otro lado, este creciente proteccionismo de la política comercial estadounidense ha encendido las alarmas en los mercados de capitales, que están alerta ante una posible repetición de la corrección que se produjo a principios de febrero. De hecho, las bolsas asiáticas ya han reaccionado a la baja ante la perspectiva del nuevo giro proteccionista de la administración Trump.
En estas condiciones, el oro también sale beneficiado, ya que una de sus características es su capacidad para preservar el patrimonio en un entorno cambiante e impredecible.
Otro factor clave que puede influir en el precio del oro es el nivel de inflación en los Estados Unidos, que determina la política monetaria de la Reserva Federal. Una inflación elevada podría elevar las posibilidades de nuevos incrementos de los tipos de interés, lo que a su vez podría presionar a la baja al oro.
Respecto al resto de metales preciosos, la plata subió un 0,5%, hasta los 16,62 dólares la onza, mientras que el platino ganaba un 0,3%, para situarse en los 964,50 dólares. El paladio creció un 0,1%, hasta los 991,47 dólares la onza.