El precio del oro registró su mejor sesión de las últimas tres semanas el jueves, 4 de noviembre, coincidiendo con las reuniones de la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra, en las que se decidió mantener de momento los tipos de interés en niveles mínimos.
El oro ha subido ligeramente en las últimas horas, después de que los bancos centrales que celebraban reuniones estos días sobre política monetaria, la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra, hayan manifestado su intención de mantener de momento los tipos de interés en niveles mínimos.
A la hora de escribir este artículo, el precio spot del metal era de 1.798,50 dólares la onza. En la London Bullion Market Association (LBMA), el oro cerró la sesión del 4 de noviembre con un precio de 1.796,15 dólares.
Los analistas atribuyen esta ligera subida del precio del metal a los mensajes lanzados desde algunos bancos centrales sobre su poca intención de encarar a corto plazo una subida de los tipos de interés, que actualmente están en niveles mínimos.
Desde la Reserva Federal estadounidense, su presidente, Jerome Powell, declaró tras la reunión que no van a proceder de momento a tocar los tipos de interés, especialmente ahora que van a comenzar a desmantelar su multimillonario programa de compra de bonos.
Apenas unas horas después, el Banco de Inglaterra celebró también su reunión de política monetaria, y confirmó su intención de mantener los tipos de interés en su actual nivel.
En este caso, la decisión sorprendió a los analistas, que habían avanzado la posibilidad de que el regulador británico se convirtiese en el primero de los grandes bancos centrales que decidiese volver a subir los tipos de interés.
Las decisiones de la Fed y el Banco de Inglaterra muestran la escasa intención de los bancos centrales de tocar de momento los tipos de interés, ante amenazas como la inflación y la preocupación por el estado del mercado laboral.
Esta política de tipos de interés cercanos a cero, especialmente por parte de los Estados Unidos, ha contribuido a que el precio del oro se haya disparado desde la crisis financiera de finales de la década del 2000.
Los tipos bajos reducen el coste de oportunidad de invertir en oro, por lo que el metal precioso se convierte en el activo refugio preferido por los inversores para proteger sus patrimonios.
En cualquier caso, la reacción del precio del oro a las reuniones de los bancos centrales ha sido muy moderada. Como señalan en un informe de MKS PAMP, el precio del oro está viviendo una especie de ‘Día de la Marmota’, que le impide salir de una estrecha horquilla de entre los 1.750 y los 1.800 dólares la onza, al no existir factores lo suficientemente decisivos en uno u otro sentido.
Según este informe, la cotización del oro depende, en gran medida, de cómo reaccionen el dólar y los rendimientos de los bonos al crecimiento económico, la inflación y la política monetaria de la Fed. Pero en el caso de la última reunión de ésta, no ha habido ningún factor decisivo que permita cambiar la dinámica.
En cuanto al resto de metales preciosos, la plata subió un 1,2% y cotiza a 23,76 dólares la onza; el paladio subió un 0,1%, hasta los 2.001,18 dólares. Y el platino cayó un 0,2% y cotiza a 1.026,56 dólares la onza.