El mercado del oro esperaba con expectación el discurso de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense, en la inauguración de la cumbre anual de Jackson Hole. El tono moderado de las palabras de Powell respecto a los planes de rescate de la economía estadounidense y a la subida de la inflación desató una oleada de optimismo entre los inversores que se tradujo en una subida del 1% durante la jornada del pasado viernes, 27 de agosto.
El esperado discurso de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense, durante la inauguración de la cumbre anual de gobernadores de bancos centrales de Jackson Hole, al final resultó bastante más moderado de lo que esperaban analistas e inversores.
El precio del oro reaccionó al alza, con una subida del 1% durante la jornada del viernes, 27 de agosto. El precio ‘fixing’ de la London Bullion Market Association (LBMA) cerró la sesión de ese día a 1.798,50 dólares la onza, mientras que el spot cotiza en estos momentos a 1.813,70 dólares.
Lo más destacado del esperado discurso de Powell fue que retrasó el comienzo de la retirada del programa de apoyo a la economía por parte de la Fed, mientras que reiteró que la actual subida de la inflación es, a juicio del banco central estadounidense, tan solo transitoria.
Según Powell, aunque recientemente había manifestado su opinión de que el programa de ayudas a la economía estadounidense podría comenzar a retirarse a finales de 2021, el aumento de los contagios provocados por la variante Delta del coronavirus ha puesto en espera esa decisión.
Por tanto, el inicio del desmantelamiento de los programas de ayuda de la Fed tendrá que esperar al análisis de los datos económicos durante los próximos meses, para evaluar los riesgos.
Programa de estímulos
La Reserva Federal ha estado comprando mensualmente desde marzo de 2020 bonos del Tesoro por valor de más de 80.000 millones de dólares y títulos respaldados por hipotecas por otros 40.000 millones, para inyectar fondos que ayuden a la economía estadounidense a recuperarse del impacto de la pandemia.
Además, la Fed ha mantenido los tipos de interés en niveles históricamente bajos, entre 0 y 0,25%.
Sin embargo, algunos analistas responsabilizan a este programa de estímulos de la Reserva Federal de agravar las presiones inflacionarias en los Estados Unidos, donde el crecimiento económico previsto para el segundo trimestre de 2021 se estima en un 6,6%.
Además, el Índice PCE (Price Consumer Expenditure), el preferido por la Fed para calcular la inflación (ya que excluye los precios de alimentación y energía, más volátiles), creció un 3,6% hasta el mes de julio, su mayor subida desde el año 1991.
El IPC, incluyendo los apartados de alimentación y energía se disparó has un 4,2% interanual, duplicando el objetivo previsto por la Reserva Federal, que era del 2% anual.
Además de la recompra de activos por parte de la Fed, la administración Biden aprobó un gasto de 1,2 billones de dólares en programas relacionados con el covid-19 desde que el nuevo presidente estadounidense juró su cargo, en enero pasado.
La semana pasada se supo también que Joe Biden cuenta con el apoyo de los demócratas para poner en marcha una agenda económica que contempla medidas adicionales de gasto de hasta 3,5 billones de dólares.
La envergadura del programa de apoyo económico del Gobierno estadounidense ha llevado a los analistas a plantearse durante los últimos meses los efectos que puede tener su desmantelamiento tanto en los tipos de interés como en el mercado del oro.
De momento, parece que el aumento de contagios provocados por la variante Delta ha congelado los planes de retirada de la Fed, lo que, según Phillip Streible, analista jefe de mercados de Blue Line Futures, implica que no se van a subir los tipos en un futuro próximo, lo que va a permitir que el oro supere los 1.800 dólares la onza y se acerque a su próximo nivel de resistencia, los 1.820 dólares.
Según Powell, la Fed va a seguir haciendo gala de su paciencia y evitando tomar medidas frente a una subida de la inflación que considera “transitoria”, así como tratando de impedir la subida de los índices de desempleo.
Sin embargo, algunos analistas e inversores acusan a Powell de escudarse en la variante Delta del covid-19 para esperar a que mejoren los datos del empleo antes de anunciar el desmantelamiento de las medidas de apoyo económico, que podría no hacerse hasta el mes de noviembre.
El discurso del presidente de la Reserva Federal ha provocado también un debilitamiento del dólar y de los rendimientos de los bonos, lo que también juega a favor del oro.
Pero va a hacer falta una combinación de factores, como el empeoramiento de los datos de empleo, la multiplicación de contagios de la variante Delta del coronavirus o el aumento de la inestabilidad geopolítica internacional, especialmente en Afganistán, para que el precio del oro rompa la resistencia y comience a subir de nuevo.
Respecto a los otros metales preciosos, la plata subió un 2,2% el viernes, 27 de agosto, y se situó en 24,05 dólares la onza, cerrando su mejor semana desde el mes de mayo.
El platino subió un 0,3%, hasta los 1.010,73 dólares la onza, mientras que el paladio subió un 0,8%, hasta los 2.411,54 dólares.