El oro ha comenzado a recuperarse a comienzos de semana, alcanzando su precio máximo de las últimas dos semanas. La sugerencia por parte de la Reserva Federal de que los tipos de interés se van a mantener bajos durante bastante tiempo ha afectado a la cotización del dólar, lo que ha propiciado que el metal precioso vuelva a subir.
El precio del oro volvió a subir en la sesión de este lunes, 31 de agosto, alcanzando su nivel máximo de las últimas dos semanas, mientras el dólar se debilita y la nueva política monetaria de la Reserva Federal estadounidense contempla que los tipos de interés permanezcan durante bastante tiempo en un nivel bajo.
El precio spot subía un 0,3% a primera hora de la mañana, hasta los 1.969,98 dólares la onza, tras haber alcanzado su máximo desde el 19 de agosto, los 1.976 dólares la onza, a lo largo de la madrugada. Pese a ello, en lo que llevamos de mes, el precio del metal ha descendido un 0,2%.
Según señaló a Reuters el analista de IG Markets Kyle Rodda, “el dólar sufrió una importante caída el viernes, 28 de agosto, mientras el mercado acababa de digerir los resultados del Simposio de Jackson Hole y todavía se notan los beneficios colaterales en el oro. Con el dólar todavía en bajada, una continuación de esa tendencia bajista puede ser el empujón que le haga falta al oro para continuar con su subida”.
La nueva estrategia en política monetaria apuntada por la Reserva Federal sugiere que los tipos de interés oficiales, ya cercanos a cero, van a permanecer en ese nivel durante varios años, con el objetivo de evitar una subida de la inflación.
Unos tipos de interés bajos presionan al dólar y a los rendimientos de los bonos, incrementando el atractivo del metal precioso de cara a los inversores. En estos momentos, el Índice Dólar (que compara esta moneda con el euro, la libra esterlina, el franco suizo, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense) se encuentra cerca de su mínimo de los dos últimos años y camino de registrar su cuarta caída mensual consecutiva.
Por su parte, el oro ha subido cerca de un 30% en lo que llevamos de año, registrando un nuevo máximo histórico de 2.072,50 dólares la onza a comienzos de agosto, gracias al interés de los inversores por el metal como protección frente a un posible aumento de la inflación y a la devaluación monetaria provocada por la emisión sin precedentes de billetes por parte de los bancos centrales.
Según Edward Meir, analista en ED&F Man Capital Markets, “se espera que el oro vuelva otra vez a sus niveles máximos. No ha cambiado nada en términos de los rasgos fundamentales destacados”.
Por su parte, el precio de la plata subió un 1,6%, hasta los 27,94 dólares la onza, y se ha revalorizado un 15% en lo que llevamos de mes. La plata va camino de registrar su quinto mes consecutivo de subida.
El platino subió un 0,4%, hasta los 935,03 dólares la onza, y el paladio ha subido un 0,7%, alcanzando los 2.221,16 dólares la onza.