Icono del sitio Oroinformación

El oro ya había descontado la subida de tipos de la Fed

La subida de un 0,25% en los tipos de interés aprobada por la Reserva Federal estadounidense el pasado 14 de junio ha provocado una reacción a la baja del precio del oro, aunque mucho menos acusada que en otras ocasiones.

El pasado 14 de junio, la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal, presidida por Janet Yellen, estableció una nueva subida de 25 puntos básicos en los tipos de interés, para dejarlos en el 1,25%.

Cuando se producen estas subidas de tipos, es habitual que el precio del oro reaccione en sentido inverso, con bajadas, ya que las subidas de tipos de interés implican una subida de los intereses reales (descontando la inflación), que son los rendimientos de otras inversiones alternativas al oro, como los bonos.

Sin embargo, la última subida de tipos de la Fed no ha provocado nada más que una pequeña bajada del oro que, según algunos analistas, va a continuar su tendencia alcista durante el resto de 2017 y 2018.

En opinión del experto en el mercado financiero Lawrie Williams, la subida de tipos del 0,25% era esperada en el mercado, con un 90-100% de consenso. La leve reacción a la baja experimentada por el precio del oro tras la declaración de Janet Yellen se debe a que el mercado ya había descontado esa posibilidad antes de la reunión de la Reserva Federal.

Según Williams, en este caso concreto no ha sido la subida de tipos de interés propiamente dicha la que ha llevado a la bajada del precio del oro, sino el hecho de que las perspectivas de la Fed son optimistas respecto al futuro de la economía estadounidense, “y ello a pesar de que en el pasado la Reserva Federal ha dado pruebas en el pasado de no acertar en sus previsiones sobre el crecimiento del PIB estadounidense, y también de los últimos datos inquietantes publicados justo antes de la reunión del Comité”.

En este sentido, el analista considera que el mercado ha creído en la declaración de Yellen en la que sugería al menos una subida más de tipos en 2017 y anunciaba el comienzo de un programa para reducir su balance a finales de año, siempre que el crecimiento económico estadounidense responda a las expectativas de la Fed.

Sin embargo, en su artículo publicado en Sharps Pixley, Williams duda de que sea así: “los datos más recientes (unas cifras de creación de empleo muy pobres, falta de crecimiento de los salarios, decepcionantes datos de crecimiento del IPC, caída de las cifras de venta de vehículos…) sugieren que las cifras de crecimiento económico adelantadas por la Fed pueden no cumplirse.

Por lo que se refiere al oro, son más importantes, por ejemplo, las recientes cifras de importaciones de India y China, que sugieren que van a continuar o incluso a acelerarse los flujos de oro desde Occidente a Oriente. Algo lógico, por otra parte, ya que los ciudadanos de las dos naciones más pobladas del mundo son proclives a cumular oro y la riqueza y la clase media se están incrementando tanto en la India como en China.

Como apunta el analista y experto financiero, solo estos dos países son responsables del consumo del 90% del oro que se extrae al año en el mundo, una cifra que, según avancen las clases medias, se va a incrementar.

Según el artículo, además, existe la creencia de que desde los bancos centrales y el sector financiero se ha estado interfiriendo para manipular los precios del oro físico, que es considerado como un barómetro que refleja el verdadero estado de la economía, y dar una sensación de estabilidad económica.

“Si este es el caso -apunta Williams- la capacidad de manipulación se ha reducido considerablemente, ya que el oro que entra en India y China no vuelve a salir. Y cualquier manipulación del precio del oro se realiza a través de los mercados de futuros de este metal. Si el oro físico va desapareciendo del mercado, la credibilidad sobre la capacidad del oro papel para determinar el precio del mismo se vería disminuida considerablemente”.

Salir de la versión móvil