El paladio ha iniciado con fuerza el nuevo año, alcanzando un nuevo récord histórico: 2.034 dólares la onza. El precio spot del metal ronda en estos momentos los 2.006 dólares, después de dejarse un 2% en la última sesión.
Según explican desde Kitco News, el metal se está beneficiando del efecto refugio que ha contagiado a los inversores después de los últimos acontecimientos en Oriente Próximo, que han disparado las tensiones geopolíticas, y a sus propias condiciones de suministro y demanda.
Como explica Rhina O’Connell, directora de análisis de mercados de INTL FCStone, las tensiones en Oriente Próximo han provocado nuevas subidas del oro, mientras el paladio continúa alcanzando nuevos máximos gracias a su profundo déficit estructural. A diferencia del resto de los metales industriales, el paladio está experimentando una corriente alcista debido a sus propias condiciones de mercado.
La analista estima que el soporte del precio del metal se encuentra en torno a los 1.920 dólares la onza, mientras que su nivel de resistencia son los 2.055 dólares la onza.
Según Phillip Streible, analista de Blue Line Futures, el paladio está siguiendo la estela de otros metales preciosos, cuyo precio se está disparando por las nuevas tensiones geopolíticas.
En su opinión, el precio del paladio podría superar fácilmente los 2.500 dólares la onza en 2020, ya que su demanda está siendo “imparable”, y seguirá así hasta que la demanda alcance el punto de saturación.
Por su parte, Jim Wyckoff, analista de Kitco, asegura que “ésta es sin duda la crisis geopolítica más grave en mucho tiempo y sus repercusiones se van a dejar sentir durante los próximos años. Eso va a elevar el riesgo de cara a los traders y los inversores, por los que van a comenzar a subir los activos refugio como los metales preciosos o los bonos del Tesoro estadounidense”.
Durante el pasado año 2019, el paladio se revalorizó en un 55%, con la mayor parte de su demanda procedente del sector del automóvil, que lo utiliza para la fabricación de catalizadores para reducir las emisiones de gases contaminantes de los motores de gasolina.