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El paladio es el metal de moda: sube un 45% en lo que llevamos de 2017

El paladio es el metal precioso que más se ha revalorizado en lo que llevamos de año 2017 (un 44,46%, más que el Nasdaq, el S&P 500, el Nikkei o el Euro Stoxx 50) y ha roto la barrera psicológica de los 1.000 dólares la onza por primera vez desde 2001. Los analistas creen que esta tendencia puede continuar, a tenor de las previsiones sobre el futuro del mercado automovilístico.

Según el informe Commodity Spotlight Precious Metals, de Commerzbank, el paladio ha alcanzado un precio máximo de 1.010 dólares la onza y se equiparó con el precio del platino el pasado mes de septiembre.

Detrás de estas cifras se esconde el aumento de cuota de mercado en Europa de los vehículos con motor de gasolina. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), en los seis primeros meses de 2017 se han vendido más vehículos de gasolina que diésel: el mercado de éste ha caído un 4%, mientras que el de gasolina ha crecido un 10%.

En Europa, la cuota de mercado de los motores diésel ha caído progresivamente desde que superara el 50%, en julio de 2016, al 45,1% en julio de 2017, el 42,7% en agosto y el 42,5% en septiembre, según LMC Automotive.

El informe de Commerzbank señala que los compradores de vehículos están cada vez menos interesados en comprar automóviles diésel debido al escándalo por la manipulación de las emisiones de Volkswagen y por la posible prohibición de la circulación de los vehículos diésel más antiguos por el centro de algunas ciudades, además de una hipotética eliminación de las ventajas fiscales para el combustible diésel.

En Alemania, por ejemplo, se vendieron 1,052 millones de vehículos diésel entre enero y septiembre de 2017, un 11,5% menos que en el mismo periodo de 2016. Lo mismo ha sucedido en Gran Bretaña: de hecho, en los cinco mayores mercados europeos (Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y España) la matriculación de nuevos vehículos diésel ha caído un 13,5% de media, y más del 20% en Alemania y Gran Bretaña.

Como es lógico, esto ha significado un incremento de las ventas de vehículos de gasolina, lo que ha disparado la demanda de paladio, usado para la fabricación de catalizadores en los motores de gasolina. Desde Johnson Matthey, la mayor refinería mundial de metales del grupo del platino, señalan que la demanda de paladio por parte del sector automovilístico va a crecer cerca de un 15% en Europa en los próximos cinco años, mientras que la de platino se va a reducir entre un 10 y un 12% en el mismo periodo, a causa de la nueva regulación sobre los motores diésel.

A este incremento de la demanda de paladio no van a contribuir, sin embargo, Estados Unidos y China, mercados dominados por los vehículos de gasolina. En concreto, las ventas en Estados Unidos han caído un 3% en los ocho primeros meses del año, respecto a las cifras de 2016, año en el que se batieron récords de ventas.

En China, las ventas crecieron un 3% en los nueve primeros meses del año, respecto al mismo periodo del año pasado, en el que se superaron las cifras de 2015 en nada menos que un 15%.

Con estas cifras, desde Johnson Matthey prevén que se registre el sexto año consecutivo de déficit de suministro del paladio (es decir, que la oferta de este metal no llega a cubrir la demanda existente) y en una cuantía importante: 792.000 onzas.

En cambio, el platino va a experimentar un superávit de 302.000 onzas, por primera vez en seis años. Unos datos que podrían incluso aumentar cuando Johnson Matthey actualice sus previsiones en noviembre, debido a la actual tendencia del mercado automovilístico.

Los precios de ambos, platino y paladio, ya se han ido anticipando a esta tendencia: el paladio se ha revalorizado casi un 45% desde principios de año, mientras que el platino apenas se ha movido.

A principios de año, el precio del platino estaba alrededor de 200 dólares la onza por encima del paladio; ahora mismo está a unos 60 dólares la onza por debajo. Si esta tendencia persiste a largo plazo, los fabricantes de catalizadores tratarán de sustituir el paladio por el platino, un proceso inverso al que se estaba llevando a cabo en la industria del diésel.

Sin embargo, estos procesos son costosos y largos, por lo que las compañías necesitan tener la certeza de que el paladio va a seguir siendo más caro que el platino durante un periodo de tiempo prolongado.

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