El precio del paladio ha superado la barrera de los 1.000 dólares la onza por primera vez desde el año 2001, impulsado por una demanda creciente por parte de la industria automovilística, que utiliza este metal para la fabricación de catalizadores en los vehículos con motor de gasolina.
El paladio subió más un 1%, para situarse en los 1.000,84 dólares la onza en la apertura del mercado de este lunes, 16 de octubre. El precio de este metal del grupo del platino ha subido un 47% en lo que llevamos de año 2017, una revalorización muy superior a la del resto de los metales preciosos: en el mismo periodo, el oro ha ganado un 14%, la plata un 9% y el platino un 4,7%.
Precisamente, el precio del paladio superó el pasado mes de septiembre al del platino por vez primera desde el comienzo del siglo XXI y los analistas estiman que el consumo de paladio registrará su récord histórico a finales de este año 2017.
Esta subida de precios viene dada por el progresivo incremento en la demanda de paladio por parte de la industria automovilística, que utiliza este metal para la fabricación de catalizadores para los motores de gasolina, más extendidos en mercados como Estados Unidos y China y con una cuota de mercado cada vez mayor en Europa debido al “dieselgate”.
Los analistas prevén que el futuro del platino se presenta complicado: la actual cuota de mercado de los motores diésel en Europa podría reducirse a la mitad para el año 2025, lo que supondría una reducción de la demanda de entre 300.000 y 600.000 onzas en la próxima década, según las estimaciones de Citigroup.
Por su parte, el mercado del paladio va a seguir en situación de déficit de suministro, con una demanda creciente y un suministro limitado.
De momento, esta escalada en el precio del paladio va a beneficiar no solo a los inversores en el propio metal, sino también a los que hayan adquirido algunas de las monedas de inversión que ya se acuñan en paladio, como los American Eagles de la United States Mint o las monedas de la serie Bailarinas rusas. Habrá que esperar para saber si uno de los bullion más apreciados del mundo, la Filarmónica austriaca, vuelve a acuñarse en paladio, como ya se hizo en 2005, 2009 y 2015.