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El paladio rebotará en 2022 después de haber sido el peor metal precioso en 2021

Lingotes de paladio de la compañía Nornickel

El paladio ha vivido una montaña rusa durante el año 2021: de registrar su precio máximo en el mes de mayo, con 2.997 dólares la onza, a desplomarse hasta el punto de ser el metal precioso con peor desempeño. Sin embargo, las perspectivas de futuro de cara a 2022 son algo más optimistas.

El paladio es un metal del grupo del platino cuyo principal uso (aproximadamente el 85% de la producción global) es la fabricación de catalizadores para reducir las emisiones contaminantes de los motores de gasolina.

Su precio ha estado creciendo desde 2018 debido al incremento de la demanda por parte de la industria del automóvil y a las limitaciones del suministro.

Sin embargo, este rally se ha detenido en 2021, debido al parón que ha sufrido el consumo a causa de la escasez de chips y a que la investigación en la industria automovilística ha permitido reemplazar el paladio por el platino, más barato, en la fabricación de catalizadores.

En lo que llevamos de año, el precio del paladio ha caído un 26%, una cifra que contrasta con las importantes subidas de los precios en la mayoría de las commodities, a excepción del mineral de hierro y la plata.

En cambio, el futuro se presenta bastante positivo para el paladio, según Nikos Kavalis, director de la consultora británica Metals Focus: “esperamos que se registre un importante rebote en la demanda, que debería incrementarse por la recuperación de los stocks en China tras un año de cifras muy bajas en cuanto a importación. El mercado volverá a registrar una situación de déficit a partir del segundo semestre del año que viene, lo que volverá a impulsar los precios”.

Por su parte, desde Morgan Stanley señalan en un reciente informe que el rebote en la producción de automóviles debería devolver al paladio a la senda alcista en 2022. Desde el banco de inversión estadounidense estiman que el metal promediará los 2.100 dólares la onza en 2022, en comparación con el precio spot actual, que ronda los 1.800 dólares.

Existen también otras opiniones más pesimistas. Desde Standard Chartered, la analista Suki Cooper subraya que las posiciones de los hedge funds están registrando sus peores datos desde 2009, mientras que la variante Ómicron del coronavirus amenaza la recuperación del sector del automóvil y siembra dudas acerca de la movilidad y el crecimiento económico.

Según Cooper, es probable que la demanda retenida durante este tiempo comience a fluir en cuanto se solucionen los problemas de la cadena de suministros, lo que debería constituir un impulso para el precio del metal a partir del segundo semestre de 2022.

En cuanto a los factores estructurales negativos a los que se enfrente el paladio, el principal es el aumento del proceso de sustitución por el platino en la fabricación de catalizadores para los motores de gasolina.

Además, el aumento de las ventas de vehículos eléctricos va a afectar también a la principal fuente de demanda del paladio. De ahí que desde Morgan Stanley hayan pronosticado un precio medio de 1.850 dólares la onza en 2023 y una caída hasta los 1.210 dólares a más largo plazo.

Según James Steel, analista jefe de metales preciosos de HSBC Securities, el mercado ya ha descontado algunos de estos factores, por lo que la recuperación del precio del paladio “se hará notar a partir del segundo semestre del año, conforme se van resolviendo los problemas generados por la escasez de chips”.

Para Steel, es más probable que el paladio se mantenga por encima de los 2.000 dólares la onza que por debajo.

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