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El papel de las reservas de oro de Rusia en la guerra internacional de las divisas

Sanciones de Estados Unidos a Rusia

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha desencadenado una guerra de las divisas contra el Gobierno ruso por parte de Estados Unidos y los países del G7. Las sanciones impuestas sobre intereses de ese país han marginado a Rusia del sistema financiero global dominado por el dólar. Pero el Kremlin tiene un arma importante en esta guerra de las divisas: las reservas de oro de su banco central.

Como explica Stefan Gleason, presidente de Money Metals, en el blog de la compañía, el Gobierno estadounidense quiere evitar ahora que Rusia utilice su oro como un medio de pago alternativo para eludir las sanciones.

En una declaración realizada la semana pasada desde el Departamento del Tesoro estadounidense se especificaba que “los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido implicarse en transacción alguna, incluyendo las relacionadas con el oro, con el Banco Central, el Fondo Soberano o el Ministerio de Finanzas de la Federación Rusa”.

Durante los últimos años, como hemos venido informado desde este medio, Rusia ha incrementado de manera significativa sus reservas de oro. En la actualidad posee las quintas mayores reservas del mundo: cerca de 2.300 toneladas de oro, con un valor estimado de 140.000 millones de dólares.

El objetivo de los funcionarios estadounidenses es evitar que Rusia pueda vender este oro para financiar su maquinaria bélica. Y los rusos están más dispuestos a aceptar oro que dólares como pago por sus exportaciones.

En efecto, como destaca Gleason, Rusia ha declarado que los países ‘hostiles’ deben pagar en rublos o en oro el gas y otros productos procedentes de Rusia que no están sujetos a sanciones, una decisión que está encaminada a aumentar el valor de la maltrecha divisa rusa.

De hecho, Moscú está considerando incluso la adopción del bitcoin como un medio de pago alternativo para el comercio internacional. En palabras de Pavel Zavalny, presidente del Comité de la Duma sobre la Energía, “si quieren comprar, tendrán que pagar en una moneda sólida, el oro, o como a nosotros nos convenga, es decir, en la divisa nacional [el rublo].

Además, Zavalny animó también a China a que abandonara el dólar como medio de pago para el comercio internacional y optara en su lugar por el oro, el rublo o el yuan, su divisa local.

Como señala el post de Stefan Gleason, “tanto China como la India y el Extremo Oriente son actores fundamentales en la guerra global de las divisas. Si deciden abandonar el cada vez más amplio régimen de sanciones de Estados Unidos, podría emerger un nuevo orden monetario mundial de carácter bipolar. Ello provocaría que se hundiera rápidamente la confianza global en los dólares de la Reserva Federal como divisa mundial de reserva”.

Si Estados Unidos decide de repente congelar los activos en dólares de algún importante banco central del mundo e impedir que circule su oro, muchos otros países temerán ser los siguientes en ser sancionados y “evidentemente, todos ellos tendrán un plan B”, señala Gleason, para quien “es imposible predecir con exactitud cómo esta incipiente guerra de las divisas va a reconfigurar el sistema monetario global.

Una de las posibilidades es que el oro pase a desempeñar un papel mucho más prominente que antes. Como explica el post de Money Metals, “desde que Estados Unidos acabó con la convertibilidad del dólar en oro, en 1971, se ha impuesto el ‘patrón dólar’, respaldado de forma implícita por el petróleo y la promesa por parte de Arabia Saudí y de otros productores de la OPEC de aceptar dólares como medio de pago. Sin embargo, el petrodólar corre ahora el riesgo de perder su hegemonía”.

En opinión de Gleason, “aunque Estados Unidos ha utilizado tradicionalmente su potencia financiera y militar para mantener el orden entre los países de Oriente Próximo, puede haberse excedido al tratar de obligar al mundo entero a que aísle a Rusia”.

El problema es que esta guerra va a provocar, como cualquier otra, contraataques: “la militarización del sistema financiero contra Rusia va a desencadenar contraataques dirigidos hacia los billetes de la Reserva Federal. El valor de una divisa no puede mantenerse solamente por la fuerza. Muchos dictadores a lo largo de la historia han caído por el ruinoso camino de la hiperinflación. Y el reciente aumento de la inflación en los Estados Unidos puede ser un presagio de lo que está por venir”, concluye Gleason.

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