Una vez que el Congreso ha dado luz verde al plan de estímulos para la economía estadounidense, por valor de 1,9 billones de euros, y el presidente Joe Biden lo ha rubricado (ver imagen), es el momento de considerar cómo va a influir en la evolución de la inflación, en el dólar y en los metales preciosos, que pueden verse beneficiados.
Según explica Kirsteen Mackay desde el blog ValueTheMarkets, con semejante suministro de fondos y con el precio del oro en plena subida, todo apunta a que también se va a incrementar el nivel de inflación. Y en entornos inflacionarios, activos refugio como los metales preciosos suelen prosperar.
En su post, Mackay explica que los programas de estímulos, aunque bien recibidos por el público, incrementan la deuda estatal, un problema a largo plazo que tiende a empeorar y que, en el caso de los Estados Unidos, provocará una rápida devaluación del dólar.
Aunque el despliegue de la campaña de vacunación hace pensar que la pandemia estará bajo control en poco tiempo, lo cierto es que la vuelta a la normalidad va a conllevar un elevado coste económico.
El paquete de ayudas aprobado por el Gobierno estadounidense incluye ayudas directas a diversos colectivos y provisiones para el empleo, además de una inyección financiera para los gobiernos estatales y municipales, y para los centros educativos. Su objetivo es ayudar a volver a poner en marcha la economía y que la vida retorne a la normalidad. También está previsto que aumente el número de proyectos de construcción de infraestructuras, lo que redundará en un aumento del empleo.
Sin embargo, desde ValueThe Markets advierten que el efecto secundario de todas estas medidas será aumentar la deuda estatal y debilitar el dólar.
Durante cientos de años, los metales preciosos como el oro y la plata han sido la mejor protección frente a la inflación, aunque hoy le disputan ese título las criptomonedas y otros activos.
Por otro lado, los mercados financieros se han disparado, gracias a la aprobación de los estímulos económicos en los Estados Unidos, que han provocado un aumento sin precedentes en la negociación de derivados. Sin embargo, los analistas no creen que este frenesí vaya a continuar durante el resto de 2021, por lo que hay razones para creer que la demanda de metales preciosos se va a incrementar.
Relación dólar/metales preciosos
Como explica Mackay, cuando cae el valor del dólar, el precio del oro suele incrementarse. Esto no está sucediendo ahora mismo, ya que de momento la divisa estadounidense se mantiene estable, gracias a que el aumento del empleo ha superado las expectativas de los analistas.
De momento, el presidente de la Reserva Federal ha señalado que la inflación no constituye una preocupación para la Fed. Pero los inversores están preocupados por el nivel de los rendimientos de los bonos, que se reducen cuando sube la inflación.
“Con el precio del oro subiendo y sin motivos para que los comerciantes rebajen los precios de los bienes de consumo, es natural que la inflación se esté disparando. Y mientras el banco central sigue inyectando dinero en la economía, crece el temor a una subida rápida de la inflación para la que nadie está preparado”, apuntan desde el blog.
En agosto del año pasado, el precio del oro logró subir por encima de los 2.000 dólares la onza tras meses de especulación. En momentos de incertidumbre en los mercados es cuando hay que apostar por comprar oro, y en el actual entorno, parece una apuesta segura, ya que apunta a que va a subir.
“Sin embargo, esa subida no está teniendo lugar en estos momentos. El cobre, el platino y el paladio están aumentando su precio, pero el oro y la plata parecen atrapados en la rutina”, advierten.
En cualquier caso, muchos analistas creen que el aumento de la inflación va a conducir de nuevo a los inversores hacia el oro. “Habrá que ver si este verano volvemos a ver el precio del oro por encima de los 2.000 dólares la onza”, concluyen.