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El platino, clave para dejar de depender de la energía procedente de Rusia

Energías renovables

La invasión de Ucrania por parte de Rusia no solo ha alterado el equilibrio geopolítico mundial, sino que también ha provocado distorsiones en el mapa de distribución de la energía. Debido a que Rusia es un gran productor de petróleo y gas, la guerra ha obligado a muchos países a replantearse su excesiva dependencia energética de estos productos. Y el platino puede ser un elemento clave para dar el salto definitivo hacia la energía ‘verde’.

La guerra en Ucrania ha provocado un considerable encarecimiento de la energía, cuyo precio ya había subido a causa de la enorme demanda registrada tras la recuperación económica tras la pandemia.

A este aumento del precio se une el problema de la excesiva dependencia de muchos países europeos de los combustibles procedentes de Rusia, en especial el petróleo y el gas natural. Esta situación es especialmente preocupante en la Unión Europea, ya que el 40% del gas y el 27% del petróleo que consume son de procedencia rusa.

Por ello, la Comisión Europea ha anunciado su iniciativa ‘REPowerEU’, un plan conjunto destinado a conseguir una energía más asequible, segura y sostenible, propiciando una transición más rápida hacia las energías renovables. El objetivo de este plan es acabar con la excesiva dependencia de los combustibles fósiles procedentes de Rusia para el año 2030.

Una de las iniciativas contempladas en este plan es la creación de un ‘Acelerador de Hidrógeno’ para desarrollar una infraestructura integrada, instalaciones de almacenamiento y puertos de distribución.

Según la UE, este hidrógeno ‘verde’ podría sustituir a entre 25 y 50.000 millones de metros cúbicos de gas importado de Rusia para 2030. Ello requeriría duplicar la producción actual de este tipo de hidrógeno, que es de 5 millones de toneladas, para alcanzar los 10 millones a finales de la actual década.

Como explican desde el Consejo Mundial de Inversiones en Platino, este metal va a tener un papel muy importante en este aumento de la producción de hidrógeno que es indispensable para cumplir los nuevos planes de la UE.

El llamado hidrógeno ‘verde’ es un combustible sostenible, con cero emisiones y que se obtiene por medio de energías renovables como la eólica y la solar, que permiten separar mediante electrólisis los componentes del agua: hidrógeno y oxígeno.

El platino, junto con el iridio, son metales utilizados como catalizadores en los dispositivos de electrólisis con membrana de intercambio de protones, una de las dos tecnologías electrolíticas disponibles en el mercado.

Está claro que el plan de la UE requiere de un aumento de la capacidad electrolítica para producir el suficiente hidrógeno ‘verde’. Los países de la Unión prevén instalar alrededor de 80 gigavatios de capacidad electrolítica para 2030, duplicando el plan anterior de la crisis que contemplaba 40 gigavatios.

Sin embargo, estos 80 gigavatios requerirían la producción de alrededor de 6,3 millones de toneladas de hidrógeno ‘verde’ al año para poder reemplazar las importaciones de combustibles fósiles desde Rusia en 2030.

Según el Consejo Mundial de Inversiones en Platino, esto implicará un enorme incremento de la demanda global de platino, que estiman en 240.000 onzas (7,5 Tm) solo para la Unión Europea.

“Además, esta escalada de la producción de hidrógeno ‘verde’ tendrá un impacto muy positivo en la infraestructura del hidrógeno en general, acelerando la comercialización de vehículos de pila de combustible y aumentando la demanda de platino asociada a su producción”, señalan desde este organismo.

Las estimaciones apuntan a que, entre 2033 y 2039, la producción de estos vehículos podría requerir hasta 3 millones de onzas de platino (93,3 Tm), que es la demanda global actual de este metal para la fabricación de catalizadores.

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