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El platino, un metal imprescindible en los nuevos motores de los transportes públicos

Autobús urbano de Londres movido por pila de combustible de hidrógeno

La tecnología de pilas de combustible de hidrógeno, con un importante contenido de platino, se está perfilando como la mejor alternativa de futuro para unos transportes públicos con cero emisiones.

Según explican desde el Consejo Mundial de Inversión en Platino (WPIC por sus siglas en inglés), este metal va a desempeñar un papel muy importante en el futuro de los transportes públicos mundiales, ya que es uno de los componentes fundamentales de las llamadas pilas de combustible de hidrógeno, la alternativa más viable para reemplazar a los antiguos autobuses, trenes y ferries movidos con combustible diésel por nuevos vehículos con cero emisiones.

De momento, Londres será una de las primeras ciudades que asistan a este relevo, con la entrada en servicio a comienzos de 2020 de 20 autobuses de dos pisos equipados con motores eléctricos de pila de combustible de hidrógenos. Una iniciativa que va a servir para visualizar este proceso de cambio en los transportes públicos mundiales, por medio de uno de los más icónicos servicios metropolitanos de transporte, como los icónicos autobuses rojos londinenses (en la imagen, uno de los nuevos vehículos).

Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, los autobuses eléctricos van a registrar un significativo crecimiento, especialmente en China, donde se espera que a finales del año que viene se encuentren en servicio miles de estos vehículos movidos con pilas de combustible.

Por su parte, Corea del Sur planea poner en servicio un millar de autobuses eléctricos para el año 2022, con el objetivo final de alcanzar la cifra de 40.000 vehículos de este tipo en el año 2040.

Japón está centrando actualmente sus iniciativas en torno a los Juegos Olímpicos de 2020, durante los cuales funcionará una flota de un centenar de autobuses eléctricos.

Trenes y ferries, también eléctricos

La tecnología de pilas de combustible de hidrógeno también está llegando a las redes ferroviarias, con el objetivo de reducir el consumo de combustibles fósiles. Este tipo de trenes eléctricos resultan especialmente indicados para aquellos tramos de las redes ferroviarias que aún no están electrificados y en los que sigue en servicio vehículos que consumen combustible diésel.

El primer tren eléctrico de pilas de combustible de hidrógeno comenzó a funcionar en Alemania en septiembre de 2018. Se espera que hasta finales del año 2022 se desplieguen otros 41 vehículo con esta tecnología basada en el platino.

En el Reino Unido, donde apenas está electrificada una tercera parte de la red ferroviaria, el Gobierno se ha comprometido a ir retirando los antiguos trenes con motor diésel de forma progresiva hasta el año 2040. Los primeros trenes movidos con pilas de combustible entrarán en servicio en el año 2022.

La tecnología de pilas de combustible de hidrógeno no solo es aplicable a medios de transporte terrestres, sino también marítimos. En la Bahía de San Francisco (EEUU) se va a comenzar a probar un nuevo modelo de ferry de pasajeros movido por energía eléctrica.

Algo más avanzado está el proyecto de uno de los mayores operadores de ferries de Noruega, que ha desarrollado un buque movido por pilas de combustible de hidrógeno, con capacidad para 299 pasajeros y hasta 80 vehículos, que entrará en servicio en al año 20201.

¿Cómo funcionan las pilas de combustible de hidrógeno?

Las pilas de combustible fabricadas con platino permiten generar electricidad por medio de una reacción electroquímica entre el hidrógeno y el oxígeno, que solo genera como subproductos calor y agua.

Las moléculas de hidrógeno y oxígeno reaccionan y se combinan por medio de una membrana de intercambio de protones, que está recubierta de platino, metal que actúa como catalizador de la reacción química, en la que no se registra combustión. El platino es el único elemento que puede realizar esta labor de catalizador.

De los diversos tipos de motores eléctricos que existen, solo las células de combustible de hidrógeno cuentan con la autonomía y la potencia que necesitan vehículos como los autobuses urbanos. Otras opciones como las baterías recargables por el movimiento o los motores eléctricos enchufables no cubren las necesidades de estos transportes.

Entre sus ventajas están las que son comunes a los motores con baterías simples: son silenciosos; no cuentan con partes móviles, por lo que se minimiza el desgaste; y generan movimiento a partir de una reacción electroquímica.

En cambio, estos motores de pila de combustible de hidrógeno aventajan a aquéllos en que no precisan de largas paradas para recargarse.

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