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El platino desempeñará un papel fundamental en las baterías de los vehículos eléctricos

Batería de iones de litio

La industria del automóvil es usuaria del platino desde hace décadas. De hecho, es el sector que registra una mayor demanda de este metal, para la fabricación de los catalizadores que reducen las emisiones de gases contaminantes de los motores de combustión interna. Ahora que aumenta la cuota de mercado de los vehículos eléctricos, el metal no va a perder protagonismo, ya que se utiliza en la tecnología de fabricación de la pila de combustible de estos automóviles.

El platino es un elemento esencial en la tecnología denominada membrana de intercambio de protones (PEM, por sus siglas en inglés), que se utiliza para la fabricación de los vehículos eléctricos, un mercado que va a crecer de manera significativa en los próximos años, mientras los fabricantes apuestan por vehículos de cero emisiones.

Como explican desde el Consejo Mundial de Inversión en Platino (WPIC), la demanda de platino para la fabricación de vehículos eléctricos podría igualar la actual demanda del metal por parte del sector de automoción para el año 2039, aunque la progresiva implantación de la economía del hidrógeno podría adelantar este escenario hasta 2033, añadiendo tres millones de onzas (93,3 Tm) al actual consumo de platino por la industria automovilística.

En la actualidad, no se utiliza ningún metal del grupo del platino en las baterías de los vehículos eléctricos. Sin embargo, la nueva generación de esta tecnología podría empezar a incluir platino en las baterías de estos vehículos, desde los híbridos hasta los eléctricos enchufables.

La tecnología de baterías de litio-aire y litio-azufre ya ofrecen una energía entre tres y 10 veces superior a las baterías de iones de litio utilizadas en la actualidad. Sin embargo, las limitaciones en el apartado electroquímico han impedido hasta ahora la proliferación de estas tecnologías.

Con las actuales investigaciones y desarrollo de estas baterías gracias al platino y el paladio, los días de las baterías de iones de litio pueden estar contados.

Las nuevas tecnologías mejoran las antiguas baterías en términos de número de recargas y capacidad de almacenamiento, lo que posibilitará fabricar baterías de mayor duración y más eficientes, con tiempos de recarga más cortos y un 30% menos de peso, que permitirán viajar a mayores distancias.

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