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El platino: otra opción para invertir en metales preciosos

Al hablar de metales preciosos de inversión inmediatamente nos vienen a la cabeza el oro y la plata, los dos preferidos por los inversores. Pero la lista no termina en esos dos: existen otros, más desconocidos, que también se venden en forma de lingotes y monedas. Es el caso del platino, cuyos abundantes usos industriales no ocultan, sin embargo, su carácter de metal de inversión.

Una inversión muy reciente, si la comparamos con los siglos de tradición de las inversiones en oro y plata, tanto en lingotes como en joyería, y mucho menos extendida: la demanda de platino inversión equivale a la décima parte de la demanda de plata, y a menos de un 1% de la de oro. No es extraño, teniendo en cuenta la novedad de los productos de inversión en platino físico y la escasa oferta de los mismos, lo que complica la tarea de los inversores interesados.

¿Qué es el platino?

El platino fue descubierto como un nuevo metal a mediados del siglo XVIII. Los científicos se vieron sorprendidos por sus inusuales propiedades, como la resistencia a los ácidos y a la oxidación, lo que ofrecía muchas posibilidades para su uso en la industria, como así ha sido.

Su principal uso industrial es la fabricación de catalizadores para reducir las emisiones de gases nocivos de los motores diésel, hasta el punto que el 40% de la demanda mundial anual de platino corresponde a la industria automovilística, que es la principal compradora de este metal. Sin embargo, este uso industrial del platino es relativamente reciente, ya que los catalizadores se fabrican desde hace 40 años.

Existen muchas otras aplicaciones industriales del platino: como catalizador en la fabricación de compuestos químicos (fertilizantes, plásticos, fibras sintéticas, tintes y medicamentos) y para el refinado de petróleo.

La temperatura de fundición del platino es mucho más alta que la del oro (1.768 grados, frente a 1.064), lo que lo hace ideal para la fabricación de vidrio fundido y de fibra de vidrio, industria que acapara un 2% de la demanda.

También se utiliza en medicina y cirugía, para la fabricación de implantes, marcapasos e instrumental quirúrgico. Y su resistencia a la corrosión lo hace ideal para la fabricación de dispositivos eléctricos y electrónicos, pantallas de LCD y discos duros de ordenador.

Al igual que el resto de metales preciosos, su utilización en joyería es también muy importante. Su peso, dureza y mayor rareza que el oro lo convierten en un metal muy apreciado por la industria joyera, que acapara casi un tercio de la demanda global anual de platino, liderado por el mercado joyero de China.


Platino de inversión

Desde BullionVault ofrecen una serie de consejos destinados a quienes quieren invertir en platino. Un sector, el de la inversión en este metal, que representa una fracción menor dentro de la demanda anual de platino: apenas el 7% en los últimos diez años, una cifra muy pequeña si se compara con el 40% de la demanda de oro de inversión en el mismo periodo, y el 21% de la de plata.

A pesar de ello, el precio del platino también se ha visto sometido a los vaivenes y especulación en los mercados: entre 1977 y 1980, su precio subió un 330% (677 dólares la onza de media), batiendo al oro (que subió un 315%) y por detrás de la plata (un 350% de subida media anual en esos tres años).

A principios del siglo XXI, el platino experimentó una nueva subida, alcanzando su máximo en primavera de 2008, con más de 2.000 dólares la onza. Luego, con la crisis financiera afectando a la demanda y los precios de todas las commodities, cayó a niveles similares a los del oro.

Una de las claves que contribuye a elevar su precio es, lógicamente, su escasez. Al igual que el oro, sólo hay cinco partes de oro por cada 1.000 millones de parte de mineral, aunque el hecho de que tienda a estar más concentrado que el oro complica mucho su localización, porque los yacimientos son más difíciles de encontrar.

Según los estudios geológicos, las reservas de platino representan apenas un octavo de las reservas mundiales sin extraer de oro. El 80% de ese metal se encuentra en Sudáfrica, un país donde el coste de extraer oro es más alto. De hecho, la cantidad de platino extraída cada año en el país es menos que el acero que se produce en solo cuatro segundos.


Ventajas e inconvenientes

Aunque la forma más fácil de comprar platino hoy en día es la joyería, no es una forma eficiente de invertir, ya que el coste extra de fabricar las piezas no se recupera a la hora de venderlas y duplica, probablemente, el precio del metal que contiene.

Otra dificultad con la que se tropiezan los inversores en platino es el hecho de que las ventas de platino están sujetas al impuesto sobre el valor añadido (IVA), ya que, al igual que la plata, está considerado como un “metal industrial” más que monetario. El oro, por ejemplo, no está sujeto al IVA. Eso significa que el comprador de platino tiene que pagar un 19% más en Alemania o un 20% más en el Reino Unido.

Lo más aconsejable, según los expertos, es comprar el platino en lingotes. Aunque son menos decorativos que las monedas, al final resultan más baratos porque cuanto más grandes sean, menos margen hay que pagar sobre el precio “spot”, entre un 2 y un 4% en Estados Unidos y alrededor de un 8% en Alemania y el Reino Unido. A ello hay que sumarle el IVA, un 22% de media en la UE, por lo que para recuperar la inversión hay que contar con una revalorización de al menos el 30%.

Y luego está la cuestión de la custodia: aunque guardar monedas o lingotes de platino en casa puede parecer una buena idea, es necesario contar con una caja fuerte y declararlos a la compañía de seguros para no caer en un fraude en caso de robo. Y eso puede encarecer la póliza.

También es necesario asegurarse de que el valor de mercado del platino no supera el límite establecido en la póliza de seguros.

A la hora de recuperar lo invertido, también existen problemas: hay menos empresas de garantías dedicadas a la compra de platino que de oro o plata, por lo que su riesgo es mayor a la hora de comprar stock. Además, los lingotes de platino de segunda mano son difíciles de vender, porque los inversores los quieren nuevos. Así que lo más probable es que esos lingotes acaben fundidos para fabricar un lingote mayor.

La recompra de lingotes o monedas de platino tiene un descuento sobre el precio “spot” mayor que en el caso del oro. Según BullionVault, este descuento oscila entre el 1% en Alemania, el 2% en EE UU y el 3% o más en el Reino Unido. A lo que hay que añadir el sobrecoste del IVA que se pagó en el momento de adquirirlo, y que no se recupera cuando se vende.

Algunas compañías ofrecen a los inversores la posibilidad de sortear estos costes, adquiriendo “partes” de un lingote de cinco kilos (desde 1 gramo), que permanece custodiado en sus instalaciones, con lo que los costes se reparten entre todos los inversores y, por tanto, se diluyen.

En cualquier caso, desde Oroinformación aconsejamos a los lectores que se informen sobre las compañías que ofrecen este tipo de productos de inversión y, sobre todo, que contemplen a los metales preciosos como una inversión a largo plazo, destinada a mantener el poder adquisitivo, y no una forma rápida de ganar dinero.

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