El platino ha sido el metal precioso que peor trayectoria ha llevado en los dos últimos años. El escándalo conocido como “dieselgate”, que ha provocado el desplome de la cuota de mercado de este tipo de motorizaciones, ha afectado seriamente a su demanda, haciendo caer su precio muy por debajo del paladio y el oro. Sin embargo, los expertos creen que está llegando el momento de la recuperación.
El platino se ha visto lastrado por diversos factores durante los últimos años, en especial debido a la caída de la demanda por parte de los sectores del automóvil y joyería en China, que se ha reducido a la mitad desde 2013.
Pese a ello, el metal ha logrado capear el temporal y durante estos últimos cuatro años ha sido capaz de mantener su precio entre los 1.050 y los 800 dólares la onza.
Según el último informe Heraeus Precious Appraisal, realizado por refinería de metales preciosos Heraeus, los inversores siguen creyendo que el platino está infravalorado y que está cotizando por debajo de su precio medio real a largo plazo (992 dólares la onza) y con un importante descuento con respecto tanto al oro (-600 dólares la onza) como al paladio (-860 dólares la onza).
De hecho, muchos inversores dan por sentado que el metal constituye una buena inversión en estos momentos. Prueba de ello es que los ETF de platino han subido por encima de las 950.000 onzas en lo que llevamos de año, lo que equivale a 809 millones de dólares invertidos.
Por el lado del suministro, en 2019 se va a registrar la máxima producción procedente de Sudáfrica, pero el futuro no está claro, ya que las reservas de están agitando y las minas existentes cuentan con una producción cada vez menor, que no se ve reemplazada por nuevos proyectos, debido a que el bajo precio del metal no los hace rentables.
El reciclaje también se está estancando, por los mismos motivos: el bajo precio del metal en el mercado.
Desde Heraeus consideran que el punto de inflexión del mercado del platino podría tener lugar en caso de que se desencadene una recesión. La demanda de paladio por parte de los fabricantes de catalizadores representa el 82% del total, mientras que la de paladio apenas llega al 40%, ya que tiene otros muchos usos industriales y en joyería. Esto representa una ventaja, ya que no tiene una dependencia tan grande de un solo sector, como el paladio, y cabe esperar una demanda más estable durante los próximos años, una vez que la peor parte de la caída ha pasado.
Además, los expertos creen que la sustitución del paladio, mucho más caro, por el platino en la fabricación de catalizadores podría comenzar en el plazo de dos años, lo que constituiría una ventaja adicional para el platino, que podría recuperar su antigua pujanza.