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El platino, un elemento fundamental en la lucha contra el cáncer

Estructura molecular del cisplatino

El platino es un metal precioso que, además, cuenta con múltiples aplicaciones industriales. Una de las más relevantes corresponde a la industria farmacéutica: este metal es el componente básico del cisplatino, un medicamento que se utiliza para el tratamiento del cáncer.

En su empeño por popularizar el platino entre los inversores y el público en general, el Consejo Mundial de Inversión en Platino (WPIC, por sus siglas en inglés) suele publicar interesantes artículos en los que da a conocer las múltiples aplicaciones industriales que tiene este metal precioso tan escaso en la corteza terrestre.

Quizá una de las más importantes, por lo que representa, es la fabricación del cisplatino, un medicamento utilizado en tratamientos contra determinados tipos de cáncer. Como explican desde el WPIC, el cisplatino se introdujo en 1978 y revolucionó el tratamiento del cáncer.

Según la organización Cancer Research UK, el cisplatino ha obtenido excelentes resultados en el tratamiento del cáncer testicular: a día de hoy, la combinación entre cirugía y tratamiento de quimioterapia ha permitido alcanzar una ratio de cura del 100%.

El cisplatino es un compuesto a base de platino que, administrado por vía intravenosa en el torrente sanguíneo, interactúa con el ADN para destruir las células cancerígenas y evitar que se multipliquen (en la imagen, estructura molecular del cisplatino).

En realidad, esta capacidad que tiene el platino de destruir células cancerígenas fue un descubrimiento accidental realizado en 1965 por el bioquímico estadounidense Barnett Rosenberg, quien estaba investigando los efectos de los campos eléctricos en el desarrollo de las bacterias. De forma inexplicable, observó como las bacterias eran incapaces de dividirse y morían.

Al principio, Rosenberg pensó que se debía a los efectos del campo eléctrico, pero posteriores investigaciones le hicieron llegar a la conclusión de que los electrodos de platino que utilizaba para crear el circuito eléctrico estaban causando una reacción con la solución empleada en el test.

Esta reacción provocó que se creara un compuesto de platino que era el responsable de la aniquilación de las bacterias.

Basándose en este experimento, los científicos descubrieron que las células cancerígenas se comportaban de forma similar, ya que también sucumbían bajo los efectos de esta solución de platino.

Varios años de intensas investigaciones condujeron al desarrollo del cisplatino, creado después de una escrupulosa selección de posibles combinaciones moleculares para obtener un punto de equilibrio óptimo entre toxicidad y eficacia. Los ensayos clínicos comenzaron en el Reino Unido en 1971.

El cisplatino tiene un contenido del 65% de platino, tiene efectos secundarios bien conocidos y ciertos tipos de cáncer pueden desarrollar resistencia al mismo. Pese a ello, todavía se encuentra en primera línea en el tratamiento del cáncer, aunque en los últimos años se han desarrollado terapias adicionales a base de platino que han servido para mitigar estos efectos.

El carboplatino, por ejemplo, contiene un 52,5% de platino, fue aprobado en 1986 y se utiliza principalmente en el tratamiento del cáncer de ovario y pulmonar. Y el oxaliplatino, con un 49% de este metal en su composición, se encuentra disponible desde 1996 y se utiliza para el tratamiento del cáncer colorrectal.

Se calcula que alrededor de la mitad de los pacientes que actualmente se someten a tratamiento para combatir los diversos tipos de cáncer reciben quimioterapia con productos a base de platino como un tratamiento preliminar que puede combinarse con tecnologías más recientes como la terapia hormonal y la inmunoterapia.

Desde el WPIC señalan también que actualmente se encuentran en fase de desarrollo diversas formulaciones a base de platino, con las que se espera mejorar los tratamientos y reducir la toxicidad, además de producir nuevos medicamentos que se pueden administrar de forma oral, lo que permitirá que los pacientes puedan seguir el tratamiento en sus casas.

No es de extrañar que, con todo esto, la demanda de platino por parte de la industria médica y farmacéutica se haya elevado hasta las 240.000 onzas (7,46 Tm) en 2018, lo que representa el 3,2% de la demanda total de este metal durante el año pasado, fue de casi 230 toneladas.

Se espera, además, que esta demanda se incremente debido al impacto de factores como el crecimiento de la población, el envejecimiento de la misma y al aumento del acceso a la atención médica, tanto en los países desarrollados como en los emergentes.

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