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El platino, un metal precioso con innumerables usos industriales

Al platino le sucede lo mismo que a la plata o al paladio: ostenta la doble condición de metal precioso, susceptible de convertirse en inversión, y de metal industrial, con múltiples aplicaciones en diversos sectores. El oro también tiene aplicaciones industriales, aunque no tan amplias como los anteriores.

Como explican desde BullionVault, se calcula que el platino interviene en la fabricación de uno de cada cinco objetos que salen de las fábricas cada día, y constituye un elemento indispensable en casi cualquier aspecto de la vida moderna.

El platino fue identificado como un elemento químico independiente a mediados del siglo XVIII, por parte de científicos europeos. El platino destacaba de entre el resto de metales conocidos por su dureza, su altísima temperatura de fusión y su resistencia a la corrosión y a las reacciones químicas.

Cualidades como ésas han sido las que hoy en día hacen al platino imprescindible en numerosos procesos industriales y fabricación de productos, desde fertilizantes hasta medicamentos contra el cáncer, pasando por fibra de vidrio o los pares termoeléctricos de los hornos.

Éstos son los sectores que más platino utilizan:

Automoción

La mayor demanda individual de platino procede del sector del automóvil, donde se utiliza para reducir las emisiones de gases contaminantes, en especial procedentes de los motores diésel. Una fina lámina de platino ubicada en el sistema de escape de un vehículo acelera la reacción del oxígeno con los gases nocivos como el monóxido de carbono o los hidrocarburos, transformándolos en dióxido de carbono (un gas mucho menos nocivo) y vapor de agua, y reduciendo también la emisión de partículas de sulfuro.

Industria química

La industria química utiliza el platino como elemento catalizador, para acelerar las reacciones químicas y aumentar su eficiencia. De esta forma, contribuye a la fabricación de numerosos productos químicos destinados a la industria, la agricultura o el hogar.

A la cabeza de la lista se encuentra el ácido nítrico, elemento fundamental para la fabricación de fertilizantes, nailon, poliuretano, plásticos y explosivos. De hecho, el Gobierno de los Estados Unidos prohibió que se utilizara platino para usos no militares durante ambas guerras mundiales.

Según Johnson Matthey, consultora especializada en metales del grupo del platino, uno de los principales usos químicos del platino es la fabricación de siliconas especiales, que se usan en compuestos selladores, aislamiento eléctrico, lubricantes y utensilios de cocina.

Electricidad y electrónica

El platino fue un elemento indispensable para la revolución del almacenamiento digital que tuvo lugar a finales del siglo XX: los discos duros están recubiertos de una fina capa de este metal. La demanda llegó a su punto máximo en 2000 y en la actualidad, según BullionVault, la obsesión de los fabricantes por consumir menos platino ha provocado una ralentización en la fabricación de unidades de disco duro.

Fabricación de vidrio

La fundición y manejo de vidrio requiere de herramientas que puedan soportar temperaturas superiores a los 1.700º, que sean resistentes a la corrosión y que no reaccionen con los silicatos u otros materiales. Por eso, el platino es el elemento ideal. Por ejemplo, la fibra de vidrio se fabrica haciendo pasar el material a través de una criba de platino, de la que salen las fibras.

Refinado de petróleo

Una de las industrias que ha hecho un uso más intensivo del platino durante los últimos 40 años ha sido la industria del refinado de petróleo, que utiliza el metal como catalizador para dividir el petróleo de baja graduación en sustancias más eficientes como la gasolina, el diésel o el queroseno.

Industria médica y biomédica

Stents, catéteres, desfibriladores, marcapasos… todos estos dispositivos tienen platino porque, al igual que el oro, no reacciona a las sustancias químicas presentes en los tejidos humanos pero, a diferencia de aquél, es mucho más resistente.

El potencial del platino para combatir el cáncer se descubrió a principios de la década de los 60 del siglo pasado. Desde entonces y hasta ahora se han comercializado medicamentos de cisplatino utilizados en quimioterapia, y se sigue investigando sobre sus posibilidades.

Otros usos industriales

La resistencia del platino tanto a la corrosión como a las altas temperaturas lo hace idóneo para la fabricación de una gran variedad de sensores industriales, desde pares termoeléctricos para hornos a sistemas de control de emisiones, detectores de monóxido de carbono o equipamiento de laboratorio. El platino se usa para revestir las láminas que forman parte de los motores de reacción de los aviones, cuyas temperaturas pueden alcanzar los 2.000ºC. También está presente en la tecnología de pilas de combustible, la alternativa más avanzada a los motores de gasolina o diésel.

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