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El precio de la plata se beneficiará del crecimiento económico mundial

Conocida por muchos como “el oro de los pobres”, la plata lleva muchos años a la sombra del oro, incluso cuando alcanzó su máximo histórico, los 49,80 dólares la onza, en abril de 2011. Sin embargo, los analistas coinciden en que está muy infravalorada y que se podría beneficiar del aumento de la demanda derivado del crecimiento económico global.

En el último número de la revista Alchemist, editada por la London Bullion Market Association, Jonathan Butler, estratega de metales preciosos de Mitsubishi Corporation, argumenta esta apuesta por la plata para 2018.

En la actualidad, la ratio oro/plata se encuentra en torno a 80, lo que quiere decir que hacen falta 80 onzas de plata para comprar una de oro. Sin embargo, la media a largo plazo desde comienzos de los años 70 es de 58, lo que demuestra que la plata está infravalorada en la actualidad.

Durante ese periodo, su precio medio (corregida la inflación), equivaldría a 21,35 dólares la onza, muy por encima del precio medio de 2017, que fue de 17,07 dólares la onza. “Además, a diferencia del oro, la plata cuenta con un importante componente industrial, por lo que podría beneficiarse del crecimiento de la demanda física en un mundo que está creciendo económicamente de forma sincronizada”, afirma Butler.

Pese a ello, la cotización de la plata apenas osciló en una horquilla de tres dólares durante 2017 y no se benefició de la expectativa de crecimiento ni de la sensación de riesgo del mercado.

Además, el mercado de inversión retail occidental experimentó una importante caída con respecto a las cifras de 2016, con un descenso de las ventas de American Eagle de plata de un 54%, hasta los 37,7 millones de onzas en 2017. El buen momento de los mercados de capitales, las subidas estratosféricas de las criptomonedas y los tres años anteriores de excelentes ventas acabaron convenciendo a los inversores en plata, que se fueron en busca de activos más rentables.

En cambio, Butler destaca el buen momento de los mercados indio, con un crecimiento del 60% en las importaciones, hasta los 12 millones de onzas (373,24 Tm), y chino, cuyas importaciones crecieron un 27%.

Precisamente China es un importante centro de fabricación de tecnología solar fotovoltaica, por lo que va a seguir necesitando plata como materia prima.

Usos industriales

Según el analista de Mitsubishi, se espera que la demanda de plata por parte del sector solar fotovoltaico alcance una cifra récord de 100 millones de onzas (3.110 Tm), que le va a permitir expandirse a escala global y resultar más competitivo, en términos de coste, frente a las fuentes energéticas tradicionales.

A ello hay que añadir otras áreas industriales en las que la plata puede brillar en el futuro, como el de la electrificación de vehículos o el sector químico. Dentro de la electrificación de vehículos hay dos áreas que se van a distinguir por su mayor necesidad de plata: la electrificación del sistema de propulsión, incluyendo la batería y la transmisión, y la electrificación de los sistemas de control del vehículo.

“En general, cuanto más autónomos son los sistemas de control del vehículo, más sensores y circuitos eléctricos requiere. Aunque la cantidad de plata por sensor es muy pequeña, el elevado número de ellos que tiene cada vehículo (centenares) junto con el incremento de la producción de los mismos, auguran un incremento de la demanda física de plata, asegura el articulista.

En cuanto al sector químico, el incremento de la producción de óxido de etileno, para cuya producción se requiere plata del 99,99% de pureza, va a disparar la demanda de plata en este apartado hasta los 10 millones de onzas (311 Tm) en 2018.

En el aspecto macroeconómico, la plata podría beneficiarse de las mismas condiciones favorables que el oro. Los rendimientos de los bonos del Tesoro crecen a un ritmo relativamente bajo y están supeditados al crecimiento de la inflación, y el entorno del dólar permanece benigno, por lo que la plata cuenta con potencial para comportarse razonablemente bien como activo que no ofrece rendimientos.

“En conclusión, la demanda industrial, junto a unas condiciones más restrictivas del mercado en el futuro, constituye un apoyo sólido para el precio de la plata, que puede recortar distancias con el oro y empezar a brillar con luz propia”, concluye.

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