La evolución del precio del oro suele repetir un mismo patrón anual: el precio cae en diciembre y comienza a recuperarse a principios de enero. El año 2017 no es una excepción y este patrón parece que se volverá a repetir.
Según un informe de Commerzbank, los inversores que se están alejando del oro en estos momentos de caída de precios parecen ignorar que el metal se está comportando de la misma forma que lo ha hecho durante los últimos años: cae en diciembre y comienza a subir a partir de Año Nuevo.
El oro cerró la sesión del pasado martes, 12 de diciembre, en la London Bullion Market Association, a 1.240,90 dólares la onza, su nivel mínimo de los últimos cinco meses. Esta bajada de precio, unido al deseo de los inversores de apostar por activos con mayor riesgo, dado el buen momento de los mercados y los rendimientos actuales de los bonos, están haciendo pasar al oro a un segundo plano.
Sin embargo, desde Commerzbank recuerdan que el oro está siguiendo exactamente el mismo patrón de los últimos años: desde 2011, en concreto, su precio suele caer, a veces abruptamente, hacia finales de año. Solo 2014 fue una excepción a esta norma.
Esta caída suele coincidir con la reunión que la Reserva Federal suele celebrar en el mes de diciembre. En los días anteriores o posteriores, el precio del oro suele registrar su nivel mínimo del año. A comienzos de año, comienza la remontada, que suele extenderse hasta el primer semestre del año entrante.
Según Commerzbank, esto mismo podría volver a suceder entre 2017 y 2018. En opinión de sus analistas, “no existen razones obvias” que expliquen la caída del precio del oro en los últimos meses, sobre todo teniendo en cuenta que esta época suele registrar una importante demanda de oro físico en países como China y la India, que son los mayores consumidores de este metal.
En cualquier caso, y como apuntan los expertos en el mercado del oro, si el precio está más bajo y todo apunta que va a subir, puede ser el momento ideal para comenzar a invertir en este metal.