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El precio del oro no caerá mucho más, aunque tardará en rebotar, según ING

La demanda física, la incertidumbre geopolítica y la inflación son los tres factores que, a corto plazo, hacen aconsejable que los inversores mantengan sus posiciones en oro, a pesar de que el precio de éste haya caído por debajo de los 1.300 dólares la onza.

Es la opinión del estratega de commodities del banco holandés ING, Oliver Nugent, en una nota publicada el pasado viernes, 18 de mayo. Un día en el que se confirmaba que el precio del oro cerraba la semana por debajo del nivel de los 1.300 dólares la onza por primera vez en lo que llevamos de año.

En concreto, la sesión de la London Bullion Market Association (LBMA) cerraba a 1.288,30 dólares la onza, muy por debajo del máximo registrado hasta ahora en 2018, y que fue de 1.354,95 dólares, el 25 de enero.

En la apertura de los mercados del lunes, 21 de mayo, el precio spot bajaba un 0,12%, hasta los 1.290 dólares la onza. Desde ING, sin embargo, creen que la bajada del precio del oro no durará mucho más, aunque sí se espera que no se produzca un rebote significativo hasta dentro de dos meses.

Según Nugent, “las cosas no van a empeorar mucho más, aunque pasará algún tiempo antes de que veamos alguna mejora. Creemos que los inversores a largo plazo van a propiciar que el oro toque suelo y mantendrán sus inversiones aunque el oro esté ensombrecido por otros activos más brillantes y con retornos más atractivos a corto plazo”.

En opinión del analista de ING, el nivel de los ETF, que se ha incrementado a su máximo desde 2013, es una prueba de que el oro no va a seguir cayendo, ya que no se han advertido signos de liquidación pese a la bajada del precio.

Por otro lado, desde ING prevén que la subida del dólar se va a revertir hacia finales de año, ya que la incertidumbre respecto a la política en los Estados Unidos va a comenzar a pasarle factura a la divisa norteamericana. En el punto de mira de los analistas se halla la celebración de elecciones en varios estados, cuyos resultados podrían acelerar las tensiones políticas y lastrar la evolución del dólar. Ello, junto con las perspectivas de una subida de la inflación, constituye el caldo de cultivo idóneo para una subida del precio del oro.

La demanda física de metal también va a contribuir a esta subida del precio, según el informe de ING, ya que su impacto va a desempeñar un papel importante en reducir la bajada del oro. Una demanda que ha caído en el primer trimestre del año, lastrada por el importante descenso en la India.

Sin embargo, desde ING se muestran optimistas respecto a la evolución de esta demanda el resto del año, ya que la caída del primer trimestre se considera una cuestión coyuntural, debido al menos número de festividades en el calendario indio con respecto a otros trimestres. Hay que recordar que las festividades en la India suelen ir unidas a un aumento del consumo de oro.

La incertidumbre geopolítica mundial también va a ser un apoyo para el precio del oro, en especial la negociación con Corea del Norte y el enfrentamiento comercial entre los Estados Unidos y la Unión Europea.

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