Pese a encadenar cinco caídas de precio en otros tantos meses consecutivos, algunos analistas no descartan la posibilidad de que el metal recupere su brillo durante el próximo otoño, aprovechando las complicaciones en el escenario económico y financiero. Se especula incluso con que pueda volver a superar la barrera de los 2.000 dólares la onza.
Después de haber alcanzado un máximo de 2.000 dólares la onza en marzo, el oro ha cerrado el mes de agosto con una caída de más del 5% en lo que va de año, con los futuros Comex de diciembre cotizando por última vez a 1.731,70 dólares la onza.
Sin embargo, un informe de RBC Capital Markets trasluce optimismo en cuanto a la evolución del precio del metal durante los próximos meses. Según señaló Christopher Louney a Kitco News, “el gran repunte que vimos a principios de año, especialmente cuando Rusia invadió Ucrania, fue el tipo de rendimiento de crisis típico del oro”.
Pero desde entonces, el oro ha caído desde sus máximos anuales, porque las particularidades de este tipo de crisis fueron negativas para el metal precioso: “hace falta una caída económica y financiera para que el oro tenga un rendimiento más fuerte a largo plazo. Y aunque ciertamente ha habido repercusiones financieras y económicas, esta crisis se ha desarrollado de una manera que significa tipos más altos y un dólar más fuerte, lo cual, cuando pensamos en una crisis, no es siempre el caso. Eso es parte de la razón por la que el oro tiene el precio que tiene”.
Los impulsores macro de las agresivas subidas de tipos y la fortaleza del dólar han mantenido al oro por debajo de los 1.800 dólares la onza, según señala el informe de RBC: “el oro ha estado atascado. El día a día se ha definido por las expectativas frente a las sorpresas en respuesta a los datos macro o al discurso de la Reserva Federal. Ese tipo de revalorización de las subidas de 50 frente a las de 75 puntos básicos y la duración de las mismas es lo que impulsa el oro diariamente”.
Por su parte, el aumento de las tensiones geopolíticas podría seguir apoyando al oro hasta finales de año, por lo que todavía es posible que el precio supere los 2.000 dólares este otoño.
El informe del banco de inversión canadiense apunta que “el tira y afloja del oro se produce en un entorno de alto riesgo. Uno en el que hay una guerra en la Europa continental que está en curso. Además, yo no descartaría las tensiones entre Estados Unidos y China sobre Taiwán. Además, están las complejidades geopolíticas comerciales más amplias de lo que está sucediendo en términos de crisis energética y de rendimiento económico en general. Existe esta corriente subterránea de alto riesgo percibida como refugio seguro que es un viento de cola que apoya al oro por encima de donde los factores macro pondrían al oro”.
Debido a estas fuerzas opuestas, RBC valora dos posibles escenarios para el final del año: el medio y el alto.
El medio, definido por más subidas de tipos y un dólar fuerte, ve al oro en 1.679 dólares en el tercer trimestre y en 1.663 dólares en el cuarto, con una media anual de 1.773 dólares.
El escenario alto, que estima más riesgo geopolítico y corrientes de fondo de refugio, sitúa el oro en 2.036 dólares en el tercer trimestre y en 1.986 dólares en el cuarto, con una media anual de 1.944 dólares para 2022.